Era oscura y apartada del lugar, no tengo ni la mayor idea de como era posible que no se escuchara nada de escándalo por el club, estaban a la par.
-Suéltame marica -dije proporcionandole un golpe en su mejilla.
-Mira idiota, tu te callas, tenemos mucho de que hablar-exclamó, rozando su mano en su mejilla.
-Apenas salga de este lugar, vas a morir estúpido -dije con rabia.
-¿Le contarás a Harry? -rió
-Eso es obvio, no entiendo porque ries, cuando se entere te mandará a la calle-reí victoriosa.
-No le dirás nada -dijo acercándose lentamente hacía mi, muy cerca de lo esperado.
-No lo vas a impedir -dije tratándome de quitarlo de encima mío.
-¿Quieres que se entere de tu enamoramiento? -rió al ver la expresión de mi rostro.
-¿Cuál enamoramiento? -dije tratando de disimular.
-No te hagas, se nota a miles de kilómetros que lo amas, así que tu decides, te quedas callada o el se entera de todo-sentenció.
Harry no se merecía esto, se estaba comiendo a besos con aquel hombre, quien sabe si lo hará con más, yo quiero la felicidad de Harry y no la quiero junto a Caleb, aunque sé que si se da cuenta de la infidelidad de Caleb se enterará de mi enamoramiento y no sería la misma amistad, todo sería mucho mas incómodo, no me hablaría y nuestra amistad quedaría en el pasado, apuesto que me odiaría y me alejaría de él y eso es lo que menos quiero.
¿Que quiero decir? Me quedaré callada, en algún momento se tendrá que dar cuenta.
**
Hace aproximadamente dos horas salí de aquel horrible lugar de maricas, pero no estaba lista para volver a la casa, solo imagínense ver a Caleb y a Harry haciendo cosas asquerosas en mi cara, que desagradable.
Ya me sentía mejor para enfrentar todo esto, así que decídí volver, supongo que deberían de estar dormidos, ya casi de madrugada, Gemma debería estar loca sin ver su carro de vuelta.
Minutos después me encontraba abriendo la cerradura de la casa y entré esperando que no hacer ruido. No había nadie en la sala ni en la cocina, de seguro debían estar todos en sus habitaciones, eso haría yo, encerrarme y llorar, me siento la peor amiga del mundo.
Al cerrar la puerta de mi habitación no tenía nada de ganas de prender la luz, solo caería en la cama a tratar de dormir luego de una noche dura.
Me dejé caer en mi cama, pero choqué con algo en ella, no estaba totalmente sola como quería.
-_______-escuché su voz.- al fin llegaste, creo que me dormí esperando -dijo levantándose.
-No prendas la luz, porfavor -dije e inmediatamente volvió a acostarse a mi lado, no quería que viera como mis ojos estaban rojos de tanto llorar, no tengo ni idea de como debe estar mi maquillaje.
-Estuve a punto de irte a buscar -susurró en medio de la oscuridad.
-No soy una bebé para que me vayas a buscar, sé cuidarme sola -exclamé.
-Eso lo sé, pero no podría seguir viviendo si algo te pasa -dijo y provocó que me quedará sin aliento, no sabía como iba a hacer para resistir mentirle.
-Quiero dormir -dije sin nada mas que decir, no quería decir alguna estupidez.
-Solo una cosa más-pidió.
-Caleb me contó todo.