Capítulo I: "Fuegos artificiales"

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¡Hi!

Como dije, vengo a dejar mi fanfic para "La Semana del AmourShipping 2017".

¿Cuándo voy a actualizar mis demás fanfics? Pues en lo que resta del mes, me concentraré en organizarme, pero intentaré seguir un rimo en específico.

¡Notas!

1# Las imágenes arriba, es decir, las que vaya poniendo son editadas por mí. Aclaro esto por cualquier duda. Sí, yo las edito y las subo a Tumblr, sólo que jamás las firmo, pero tengo los proyectos en PS en todo caso.

2#Trataré de actualizar cada día de la semana. Ajá, ¡espero que les guste!

3# Las frases u oraciones en cursiva son los pensamientos de Serena o Ash.

AmourShipping Week. Día 1: Fuegos artificiales.

Los personajes de Pokémon no me pertenecen, le pertenecen a Satoshi Tajiri y Pokémon Company en general.

Verano azul, invierno rosa

Capítulo I: Fuegos artificiales.

Le gustaba el verano, pero el invierno tenía una especie de esencia agradable. Le gustaba dar largas caminatas, admirando la ciudad en donde estuviera, le sonreía a quien se le cruzara y le brillaban los ojos cuando se acordaba de él.  No pensar en Ash era complicado. Estaba en las flores, en los pokémon, en sus presentaciones y en casi todos lados. Ash estaba en ella, en los demás y en los rayos del sol.

Ash, a eso le recordaba el verano. Su sonrisa tan dispuesta para cualquier situación atrayente, sus palabras inspiradoras y su manera de mirarla. Él era el sentimiento cálido, poseía la frescura en sus decisiones y la habilidad de volverse muy potente, como el calor, cuando quería.

Se inspiraba mucho cuando la primavera acababa, sonreía más cuando la estación más cálida llegaba, usaba el lazo azul y sus colores rosas con más entusiasmo en esos días. Significaba el recuerdo de algo hermoso, de sus días como principiante y sus inicios. Se movía en el escenario con más agilidad, daba más del cien por cierto y ayudaba a todos. Cuando el verano se iba, una parte de sí misma se encerraba en su corazón.

Había vuelto a ver a Ash, porque por algo existía la vídeo-llamada, pero no era lo mismo. Quería oler su aroma a pasto, tierra y madera, deseaba tenerlo cerca y dejarse llevar por el sentimiento de la cercanía.

Por eso no disfrutaba tanto los fuegos artificiales. Por eso la feria la tenía un poco nostálgica y callada, por eso no podía ni mirar los destellos sin recordarlo.

Besarlo había sido sorpresivo y como los fuegos artificiales. Lo había hecho, sin premeditación, sólo siguió lo que sentía que debía hacer. Había sido una parte que desconocía de sí misma, una que terminó gustándole mucho. Podía aventarse a lo que sea, porque lo había hecho. Lo había hecho y se había ido. Lo había hecho y todavía hablaba con él. Lo había hecho y no eran nada.

Serena lo declaró su meta, porque ser Reina de Kalos era su sueño. Uno que cumpliría cuando estuviera lista. Pero enfrentarse a Ash, después del beso, fue caótico.

Recordaba como le ardía la cara, más cuando él la vio y le sonrió con toda la inocencia del mundo. ¿Por qué él era así? ¿Cómo podían quedar en una situación más que amigos, pero menos que pareja? Era ilógico, pero más de la mitad de sus acciones podían ser cuestionables.

Así que, ahí estaba ella, mirando desde la ventana de su habitación de hotel los fuegos artificiales. Tan brillantes, explosivos y con muchos colores. Eran como él, una agradable sorpresa a la vista, una vibrante sensación de estar alucinando y un llamado de atención para disfrutar el momento.

Verano azul, invierno rosa | AmourShippingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora