❝Donde Marinette está ciega de amor por Adrien, y Adrien está obsesionado con la chica de cabellos azabaches❞.
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-Cá...llate -dijo y me volvió a embestir -. Disfru...talo -dijo y dio un par de estocadas más y se vino dentro de mí, me sentía mal... Sucia... Nunca pensé que él me... Violaría...
Al despertar me dolía todo, Adrien no estaba a mi lado, todo era horrible...
Vi una pequeña nota en la mesita de noche, la agarré y empecé a leer.
Sonreí, sabía que solo lo hizo por que no sabía lo que hacía, él me ama... Me ama, tomé el zumo con las pastillas.
***
Llegué a mi casa y subí a mi habitación. Me tiré sobre la cama, todo me dolía.
—¡Marinette! ¡Alguien pregunta por ti!
—Ya voy —dije con cansancio, bajé lentamente los escalones y vi la morena cabellera de Brice —. ¡Brice! —dije y salte a sus brazos —. No sabes cuánto te extrañe —dije y él asintió repetidas veces.
—Yo sí que te extrañé, Mari —dijo con su típico acento español.
—Tenemos que salir a dar una vuelta —dije, me despedí de mi madre y salimos por la puerta de la panadería.
Llegamos al parque y nos sentamos.
—¿Qué tal todo por España? —pregunté y él encogió los hombros.
—Todo bien, supongo —dijo y yo lo miré de arriba a abajo.
—Te noto... Diferente —murmuré.
—España me cambió... —dijo, y sonrió de una manera diabólica, cosa que Marinette no notó.
—Tu cabello cambio, tu forma de ser también...
—Mi peso también —dijo y me miró.
—¿A qué te refieres?
—Oh vamos, Mari... Sabes perfectamente que estaba gordo...
—¡No! Sabes que solo tenías un poco de sobrepes...
—¡Estaba gordo Marinette! —gritó y se levanto de un salto.
—Brice... No hables alto —dije, pero solo logré que se enfadará más.
—¡No sabes cuanto sufrí! ¡Todo porque a mis padres les dio la gana de mudarse! —dijo y me agarró fuertamente de los brazos, empecé a sentir el punzante dolor, cosa que ya estaba acostumbrada por Adrien.
—Brice... Por favor... Calmate —dije.
—No puedo... —dijo acercando su cara a la mía.
—Respira... —murmuré sosteniendo su mirada.
De repente se oyó un grito, después de ese se volvió a escuchar otro, pero esta vez más cercano.