Golpe del Destino

La Casita de la tía Eloise

Empezamos a caminar hacia los carros, veo como mi padre, John y más amigos de mi tía sacan la urna. Siento que se me desgarra el corazón, no quiero que se vaya; empiezo a llorar y Ethan me abraza y nos montamos en el carro de sus papás.

En el transcurso del viaje, lo único que puedo hacer es mirar por la ventana los árboles que pasan muy rápido; cierro los ojos para que el tiempo pase más rápido.

Me quedo dormida y luego de un rato, siento como el carro se detiene. Ethan se pone en mi oído y me susurra.

-Eli despierta, ya llegamos.

-Ethan ¿Dónde estamos?- lo miro con los ojos como platos.

-En el cementerio Eli, tenemos que caminar hasta el panteón de tu familia.

Me termino de despertar y nos quedamos viendo, me ayuda a pararme y salimos del carro. Empezamos a seguir a las personas que llevan la urna de mi tía hasta el panteón.

Ir caminando entre tumbas me da escalofríos, siento que en cualquier momento me van a agarrar el pie y gritaré como una niña. Llegamos al panteón y es enorme, dice Famila Robbins en grande, es impresionante tiene una reja por fuera que es la que protege el panteón y por dentro parece de terror.

En la pared hay más urnas metidas, hay un espacio vacío que supongo es donde va a ir la de mi tía. Llega un sacerdote a hacer una pequeña oración y unas palabras para las almas en pena, rezamos y meten la urna de mi tía a una caja pero hecha de piedra, la meten en la pared y la empiezan a sellar con cemento para que no la puedan sacar.

En todo ese tiempo Ethan me tiene agarrada la mano mientras ambos lloramos.  Cuando terminan con el cemento ponen encima una placa que dice: Eloise Robbins, querida tía y tía abuela te extrañaremos mucho. Con amor tus sobrinos.

Luego de eso empezamos a salir del panteón y un señor junto a un muchacho me detiene.

-¿Eres Elizabeth?- Pregunta.

Lo miro extrañada y le respondo.

-Disculpe ¿Quién es usted?

-Señorita Elizabeth soy Thomas Ankfort el abogado de su tía Eloise, y el es Chad Clarkson un amigos de su tía; ella expresamente me pidió que cuando muriera usted tenía que estar cuando se leyera el testamento. Se leerá el día de mañana a las 3:00pm en casa de su tía Eloise, la espero.-

-Ehh sí, esta bien lo veré mañana.- Lo miro extrañada, el señor es alto y corpuleno; el muchacho es pelo negro como yo pero con los ojos marrones claros y con el cuerpo algo flacucho.

Ethan y yo nos dirigimos al carro y emprendemos la ruta hacia la casa de mi tía Eloise, allí nos quedaríamos todos a pasar la noche.

Luego de algunos minutos de carretera, empezamos a entrar a una zona exclusiva de la ciudad, es hermosa; me quedo abstraida viendo por la ventana hasta que llegamos a la casa de mi tía. La palabra enorme se queda pequeña, de aquí saldrían como tres casas mías, hasta cuatro podrían salir.

Es como un castillo pero más pequeño, tiene un puente hermoso que abre como los puentes medievales, es increíble; luego de pasar el puente vemos un jardín espectacular con todo tipo de flores y plantas en el medio del jardín hay una fuente gigante y es hermosa.

Llegamos a la casa y veo la puerta que es la más bonita que haya visto antes, es una puerta tallada a mano con figuras de animales. Nos paramos en la puerta de la casa y nos abre un señor.

-Buenas tardes jóvenes, me llamo Trevor Smith soy el mayordomo de la señora Eloise Robbins. Pasen adelante a la sala, es el segundo cuarto a mano derecha, el primero es el baño por si les interesa.-