Capítulo 2

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Hakyeon se la vivía en casa de Wonsik pues sus padres habían comenzado a tener problemas entre ellos, discutían todo el tiempo y había días en los que ni se podían voltear a ver y Hakyeon solo estaba ahí hundiéndose en medio de los gritos.

Wonsik trataba de consolarlo desde su experiencia con padres divorciados pero lo que le tranquilizaba a Hakyeon no eran las palabras de ánimo que tuviera que decirle, era su cercanía... Wonsik solía ser muy reservado y le llenaba de ilusión que hiciera lo posible por animarlo.

Y cómo no iba a querer animarlo si para Wonsik no había nada que brillase más que la sonrisa de Hakyeon y ver su resplandor imaginario apagarse le llenaba de culpa que no le correspondía.


Pero ese día Wonsik se la había pasado pensativo, no hizo ninguno de sus chistes malos y ni siquiera lo volteaba a ver. Algo estaba pasando dentro de aquella cabeza pero Hakyeon prefería que le contara cuando quisiera, aún tenían todo el día.


—¿Alguna vez te has enamorado?


Parpadeó más de lo necesario como si eso le fuese a ayudar a responder la pregunta de Wonsik, dejó el estacionamiento que estaba armando con piedras para ver la espalda del dueño de la pregunta pues se mantenía trazando una carretera en la tierra. De todas las cosas que creyó que podrían estar atormentando a Wonsik el amor no formaba parte de ellas.  ¿Era a eso a lo que le había estado dando tantas vueltas?


—Tenemos doce años, ¿qué es el amor?  


—¿Lo has hecho o no? —dijo en un tono más de incomodidad que de molestia.


No pudo evitar sonreír ante la actitud tímida de Wonsik. Eran mejores amigos y estaban en una edad donde tenían que convivir con nuevos sentimientos pero nunca creyó que fuese Wonsik quien sacase el tema a discutir.


—Supongo —Tenía que seguir con su lavor de constructor pero le era imposible despegar la mirada del perfil de Wonsik.


Esperó por la clásica pregunta que suele acompañar a la primera: ¿De quién?

Pero esa pregunta no llegó, Wonsik seguía centrado en marcar la carretera para sus automóviles a control remoto.


—¿Y cómo sabes que te enamoraste? —Asomó su mirada por el rabillo de los ojos chocando con la de Hakyeon cargada de curiosidad.


Sintió como los colores se le subían a la cara así que volvió a esconder su vergüenza mirando el tope que acababa de construir imaginando cómo Hakyeon podría interpretar sus preguntas.


—No lo puedo explicar, lo sientes y ya.


—Es como cuando ves a quien quieres y sientes una calidez en tu pecho y unas ganas enormes de abrazarle y no separarte jamás de su agarre... ¿lo has sentido? —dejó la cobardía y encaró al moreno.


Un contacto visual que les erizó la piel.


Pero la tos intensa de Hakyeon arruinó el momento, se estaba ahogando con su propia saliva, Wonsik no sabía si podía morirse de eso pero por si acaso corrió dentro de su casa buscando ayuda.

Sin Wonsik ahí pudo tranquilizarse echándose aire con las manos a ver si el rojo se le iba de las mejillas. Pareció tan irreal que su amigo describiera esa sensación pues Hakyeon podía jurar que había utilizado esas mismas palabras en su diario refiriéndose a lo que sentía cuando veía a Wonsik. No tenía idea desde cuando verlo le causaba esa calidez en el pecho pero era algo con lo que había aprendido a lidiar.


Debatía entre hacer la pregunta o no, tenía curiosidad pero le rompería saber y que la respuesta no fuese la que deseaba escuchar.


—¿Y tú te has enamorado? —dijo dejando el vaso de vidrio a un lado, jugándose sus sentimientos.


Wonsik se encogió de hombros con una mueca en la boca pensando en como debía lanzar los dados.


Después de que la señora Kim los regañara por jugar en la tierra y culpar a la misma por la repentina tos de Hakyeon se vieron obligados a dejar su construcción. Y resignados se encerraron en el cuarto de Wonsik dicididos a jugar un juego de mesa para matar el tiempo, estaban  sentados en el piso frente a frente con el tablero en medio.


—Yo te conté, no seas así —se estiró hasta tomar la camisa de su amigo y jalonearla incitándolo a hablar.


—Yo más bien creo que debe ser una infección en el estómago o gripe lo que me hace sentir así —dijo convencido tocándose la frente cerciorándose de su temperatura corporal.


Hakyeon se rio -aunque se sentía tonto por haber admitido que estaba enamorado- porque parecía que a Wonsik le iba a costar más aceptar que podía ver a alguien con otros ojos y una parte de su corazón tenía la esperanza de que fuese de él de quien Wonsik creyera estar enamorado.

Wonsik comenzó a reírse señalándolo pues su lanzamiento había dado a un número par y ahora su ficha estaba a solo dos casillas de la victoria, la risa de Wonsik le removió el interior y un foco se prendió en su cabeza. Se lanzó sobre Wonsik para tirarlo al piso a modo de venganza por aprovecharse de su distracción y hacer trampa, lo abrazó por el cuello y chocó su mejilla con la contraria dejándose llevar por los fuertes latidos de su corazón deformando las carcajadas en un profundo suspiro. 


Otra etapa de la vida donde ambos mejores amigos se callaron el amor que sentían hacia el otro por miedo a arriesgar y no ganar. Qué no darían por poseer el valor que tenían cuando niños de decirse cuanto se querían.



-es una mini historia de unos cinco capítulos aproximadamente. Este capítulo es para mi estabilidad emocional (comonavishipper)-

Dos piezas de un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora