Capítulo 1

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Hakyeon se encontraba aplastando las ceras de colores contra algo ya dibujado coloreando círculos encima. Burbujas que opacaban las nubes trazadas.

Un niño de tamaño mayor al suyo, con una barriga amorosa pero un ceño fruncido cogió la hoja que tenía el niño moreno y la rompió riendo solo para hacer más dramático todo.

Ante la seriedad del supuesto dueño del dibujo se extrañó, quería verlo llorar y rogar que no fuese tan malo pero el moreno no hizo nada de nada, solo lo observó con una sonrisa juguetona.

—¿No vas a llorar?

—¿Por?

—Acabo de destruir tu dibujo.

—Eso era de Wonsik —la sonrisa se amplió dejando a la vista sus pequeños dientes.

No sólo acababa de salvarlo de un enojo por parte Wonsik por rayarle su dibujo mientras iba al baño sino que le daría entretenimiento cuando el verdadero dueño del dibujo llegase.

Un brazo débil se deslizó por los hombros del niño que recibía el nombre de Youngwoon al cual se le erizó la piel imaginando qué iba a pasarle por romper el dibujo equivocado.

—¿Qué tienes? —una risilla resopló en su oído y al girar su rostro se encontró con el dueño del dibujo.

Ese día un niño fue golpeado y otro fue enviado a la dirección escolar para ser reprendido por su actitud problemática.

—¿Por qué lo golpeaste? —preguntó curioso el moreno buscando la mirada de su amigo que la estaba evitando—. Sólo era un dibujo feo.

—No le pegué por eso —su mirada viajó hasta la de Hakyeon.

Hakyeon amplió su sonrisa para darle confianza a Wonsik de que le contara el porqué de sus acciones pero este no pudo mantenerle la mirada desviándola una vez más.

—Ese niño no lo hizo porque creyera que mi dibujo fuera feo, lo hizo porque quería molestarte.

—¿Y eso qué?

—No me gusta que molesten a quien quiero—bufó pues no creyó tener el valor de decirlo.

Hakyeon se sintió en una película de esas que su madre veía y recordándolas le tomó las manos a Wonsik que lo miró sorprendido y esta vez no pudo romper el contacto visual y aquel sentimiento se transformó en susto cuando de los ojitos del moreno corrieron lágrimas. Eran niños, no le buscaban explicaciones a lo que sentían, solo se dejaban llevar y por eso Hakyeon jaló a Wonsik hasta tenerlo entre sus brazos y llorar en su cuello.

—No seas molesto, no llores —dijo delicadamente acariciando la cabellera del moreno.

Hakyeon no pudo calmarse, se sentía muy emocionado pero en secreto se prometió no volver a ser molesto, no volvería a llorar a menos de que Wonsik también lo hiciese y ser molestos juntos.

Aquel día en el patio de la escuela primaria se pactó una fuerte amistad trayéndole a ambos niños una alegría en su interior.

Para Wonsik, Hakyeon era lo más hermoso después de su hermana menor y para Hakyeon, Wonsik era lo más genial que había querido conocer.

Habían pasado años desde aquella declaración no-declaración de amor.

Hakyeon ha tenido claro lo que siente por Wonsik desde siempre, su sonrisa le hace sonreír y sus lágrimas le hacen llorar, en cambio Wonsik se obligó a callar aquellos pensamientos románticos que tuvo en la primaria. Después de todo era ridículo que Hakyeon recordara que lo quería, eso no había cambiado pero ninguno tocaba el tema por miedo a que el otro no recordara nada.

-Por un año nuevo lleno de Navi-

Dos piezas de un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora