BADLANDS ☾SUGA

H U R R I C A N E

Siempre fue así. Siempre fui la chica que causaba un desastre a todas partes que fuera, hacia lo que quería, me movía como yo quería, al final era yo la única que terminaba parada. Si, era la chica que nunca sintió amor aparte del propio, y para que mentir diciendo que nunca lo necesite, por qué lo hice, lo hago. Todos merecen sentirse amados.

Tal vez por eso siempre terminaba con cualquier persona que me desmotraba aunque sea un poco de cariño , ya fuera real o no. Pero al final todo era igual, nadie me llenaba, solo era un momento en el que yo sentía una chispa y una chispa no era suficiente para mí, buscaba más, mucho mucho más.

¿Pero vamos? ¿Que esperaban de mi? Soy la misma chica que tomaba hasta olvidar que estaba sola, fumaba hasta no sentir mis piernas, que causaba un desastre con tal de sentirme libre, era un huracán.

No pertenecía aquí, no pertenecía a ninguna parte a nadie ni siquiera a mi.

Toda mi vida creí que era única, nadie más me entendería, mis razónes, mis acciones ¿Por que lo harían?. Solo era yo en este mundo.

Eso creía.

Pero entonces en una noche fría, lo vi, tocando aquel piano viejo, lo escuche tocar la pieza más triste que nunca había escuchado jamás, casi como si lo hiciera para mí. No pude moverme, no podía reaccionar, ni siquiera cuando con una mirada cansada preguntó que hacía ahí.

—Yo— no podía dejar de verlo, su piel blanca, sus ojos cansados, sus manos. Todo en el era una obra de arte, una muy triste. —¿Podría escucharte tocar una vez más?