BADLANDS ☾SUGA

S T R A N G E L O V E

Siempre fue una chica criticada, lo que hacía, como me veía, a quien me cogia. Antes de nacer yo ya era cuestionada, incluíada  mi madre, según ella "Nunca tuve que haber nacido" . La madre el año ¿no?. 

Cuando iba creciendo no hacía nada para ser criticada o señalada y aún así lo hacían, tachándome y poniéndome etiquetas, me cansé de eso y empecé a poner manos a la obra y ganarme los nombres y etiquetas con las que yo era señalada.

Nunca me molesto decir lo que hacía, gritar  al viento, todo el mundo podía saber sobre mi y yo iba a seguir viviendo mi vida. No tenía secretos, era todo un libro abierto con todo o bueno, casi todo.

—¿Nos habrán escuchado?—Yoongi, o Suga como le llamaban todos se abrochaba el pantalón mientras yo me abrochaba el sostén.

—¿Acaso importa?— el río dándome la razón.

Antes de salir de aquel baño de la fiesta en donde habíamos terminado, me tomó por el cuello acercándome bruscamente para darme un beso, que como siempre me dejó sin aire.

—Tal vez una segunda ronda— me tomó por la cintura y yo pase mis brazos por su cuello sonriendo. Una segunda ronda a nadie le hacía daño.

Pero antes de que el pudiera quitarme la blusa de nuevo tocaron bruscamente la puerta, era hora de irse.

Abrí la puerta y me hice  camino entre el chico moreno que me veía a mi y Suga que salió con una sonrisa burlona, hubiera sido una buena idea haberle quitado cualquier rastro de mi labial  a Suga antes de salir ¿Pero que más daba?.

Sin vergüenza pase enfrente de todas esas chicas que obviamente no les agradaba, fingir que no me importaba tener amigos no era necesario, por qué no me importaba, dolia pero ya no me afectaba como antes.

Al sentarme en el sillón de la sala la mayoría me veía con una sonrisa burlona, por lo menos no me juzgaban, no lo podían hacer no eran mejor que yo y lo sabian. Tal vez esperaban que gritara "SI, COGIMOS EN EL BAÑO ¿ Y?" Como normalmente hacía cuando se me quedaban viendo por mucho tiempo, siempre gritaba mis verdades.

Pero está vez era diferente. Busque con la mirada a Suga que estaba fumando con sus amigos y reía como el solo sabía hacerlo, el era diferente yo lo era, nosotros éramos diferentes.

No necesitaba decirles nada acerca de cómo el me hacía sentir, de como yo era capaz de escucharlo a el frenético todas las noches, no había razón para  que ellos supieran que teníamos lo nuestro y el tampoco lo necesitaba.

Era un secreto, mi secreto.

Nuestro secreto.