Más Que Amigos (S.M)

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Tú elegiste arte y yo música. Nunca entendí por qué a la escuela se le ocurrió que sería buena idea separarnos de esa forma. Tú te quejaste como nunca cuando nos dieron la noticia. Recuerdo que dijiste que ambas artes eran necesarias y que querías perder tu tiempo con un poco de pintura y flautas que aprendiéndote lo que sea que un par de historiadores dijeran sobre la guerra civil.

No se me da bien dibujar, lo sabes. Por eso me fui a lo musical. Tú en cambio eras bastante buena, ¿Lo sigues siendo? No lo dudo. ¿Acaso aún consideras que tus obras son basura? No me sorprendería. Siempre fuiste muy crítica con tus trabajos pese a tu don. ¿Acaso el trabajo sigue siendo igual de estresante por ello?

Y como si fuera poco, aparte de elegir qué curso tomar, también nos aislaron del resto de la escuela. Arte y música se cursaban en un edificio aparte (por no decir casucha a medio abandonar en el sitio más recóndito del terreno). Teníamos que caminar bastante para ir a clases y cuando llovía era una tortura, sobre todo si no llevabas paraguas.

Un día de esos mientras que caminábamos hacia nuestros respectivos salones te pregunté si Emily preguntó por mí. Habíamos hablado hacía algunos días, aún no éramos del todo cercanos, pero yo quería que lo fuéramos. Dios, lo quería demasiado y es obvio que tú lo sabías. Por eso me miraste así ¿No? Con lástima porque claramente ella ni siquiera me había mencionado.

Mentiste, dijiste que por supuesto que lo hizo, que quedó fascinada conmigo y que podía quedarme tranquilo. Y todo lo que dijiste para ilusionarme, no lo dijiste más que porque no querías herirme. Nunca quisiste herir a nadie. Asumo que sigue siendo igual, ¿No?

¿Acaso gracias a lo que pasó conoces tus límites? ¿Acaso ahora sí eres mejor? No me digas si no quieres. Sé que no te gusta recordar esos tiempos.

Tampoco a mí pues pese a que realmente intentaste hacerme feliz mintiendo, no lograste más que herirme. Y me heriste bastante mal.