Capítulo 4.

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Capítulo 4.

Estaban desesperados por saciar sus deseos carnales, tanto que no podian siquiera subir las escaleras por qué a mitad de estas ya estaban deshaciéndose de sus prendas, Louis no despegaba a Hary de su cuerpo haciéndolo sentir la gran erección que el rizado había causado en él, Harry estaba más que caliente, todo era demasiado para él, estaba compartiendo besos y roces con el hombre que le había hecho masturbarse estos últimos días y todo parecía ser un sueño, por su mente vagaba la idea de que le habían echado algo a su bebida y estaba alucinando mientras se besaba con un poste de luz, pero vaya que la realidad era mejor que cualquier cosa.

Trataron de controlarse para por lo menos llegar a una habitación, tuvieron suerte de que la cuarta estuviera desocupada. Louis cerró la puerta con seguro como si no quisiera que nadie los interrumpiese, Harry estaba en calzoncillos y se había tirado en la cama esperando a que Louis fuera por él, quería sentir su piel contra la suya, qué el ojiazul lo completara por lo menos una noche y después, no hablar de esto jamás, aunque lo guardaría como su mejor aventura superando a la de Las Ruinas.

"¿Te han dicho lo caliente que eres?" La voz de Louis ahora estaba ronca por el deseo y sus ojos le aseguraron a Harry que estaba en lo correcto, estaban oscuros, llenos de lujuria.

"No mucho" Harry sonrió, siguiendo el juego de Louis, aunque le hiciera parecer una puta no le importaba.

Louis lo calló besando sus labios con pasión introduciendo su lengua en su cavidad bucal explorando con desespero logrando que un gemido se escapara de los labios de Harry. Louis estaba encima de Harry frotando sus caderas contra las de éste haciendo crecer aún más su erección como si eso fuera posible; el ojiazul comenzó a bajar sus labios dejando besos húmedos desde su barbilla hasta su cuello dónde se concentro en una parte de su cuello para succionar su piel y dejar una marca roja como demostrándole al mundo que el rizado había sido suyo y Harry estaba bien con eso, debía admitir que su ego había crecido con el hecho de que el hombre que le causaba erecciones estaba igual o más que deseoso de tenerlo.

El ojiazul siguió recorriendo el pecho del chico de orbes esmeralda, su lengua había comenzado a jugar con uno de los pezones de éste hasta dejarlo rojo y erecto para después pasar al otro, lo único que necesitaba para saber que el rizado estaba contento con lo que él le hacía era escuchar sus sensuales jadeos y como su pecho subía y bajaba por la falta de aire que él le estaba causando. Termino de jugar con sus pezones para seguir bajando por su abdomen dónde se topo con dos pequeños pezones más, lo cual le hizo soltar una pequeña risa.

"¿Tienes cuatro pezones? Wow, cada vez me sorprendes más Hazza" Harry no pudo evitar que el calor subiera por sus mejillas ¿cómo alguien podía ser tan caliente y adorable al mismo tiempo? Sólo Louis sabía como.

Louis volvió a lo que estaba haciendo hasta llegar al elástico de la ropa interior de Harry, con su dedo índice comenzó a jugar con él, provocando más al rizado, le encantó verlo retorcerse por qué no le daba atención a su erección. Soltó el elástico para después bajarlo con sus dientes y así dejar libre su pene; Harry estaba seguro que la escena más caliente que jamás haya visto fue esa, Louis bajando sus calzoncillos con sus propios dientes y estaba más que seguro que en cualquier momento se correría.

El ojiazul desvió toda su atención al pene de Harry, sus ojos se nublaron más en la lujuria si es que eso era posible. Con su mano tomó su miembro con firmeza causando que un jadeo se escapara de los labios del rizado, el mayor sonrió satisfecho; su lengua recorrió la punta de su gran erección dando pequeñas lamidas torturando al más joven que comenzó a tomar las sabanas con fuerza tratando de soportar todo el jodido placer que le estaba haciendo sentir con apenas unas cuantas caricias.

Why'd you only call me when you're high?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora