Algo que pudo ser

Primera impresión (I)

Taehyung

Una vez conocí un niño. Él siempre estaba sólo.

En el colegio lo molestaban porque era el favorito de los profesores.
Aún así nunca se defendía.

Era un niño tímido, malo con las palabras.
Siempre dibujaba flores sentado en una silla y se pasaba las horas dibujando y mirando por la ventana.

Algunas veces tarareaba en voz baja una melodia preciosa.
Quería escucharla para siempre.
Pero sus compañeros se burlaban de él por cantar en voz alta.
Un día, él dejó de hacerlo.
Nunca más escuché una voz como aquella.

Él era respetuoso con todo el mundo. Hasta con esos bribones que lo maltrataban.
Eso me hacía rabiar.
Aún así no podía acercarme. Él era menor e iba a otra clase.
Sólo podía observarlo desde la distancia.

Me alegraba ver que sus padres lo querían.
Cuando lo venían a recojer en la escuela él ponía una sonrisa que iluminaba todo el cielo.
Se lanzaba a sus brazos y sus padres se lo llevaban de la mano cariñosamente.
Me gustaba verlo feliz al marcharse del colegio.
Yo siempre lo vigilaba desde la ventana.

Él siempre jugaba solo a hacer volar aviones de papel.
Le encantaban.
Un día intenté lanzarle uno pero se cayó a medio camino.
Quizás yo nunca podría alcanzarlo.
Le escribí cartas en los aviones de papel que hacía y soñaba con que algún día, un avión llegaría hasta él.

Pasaron los meses y yo aún no podía dejar de pensar en él. De querer protegerlo, cuidarlo y de anhelar esa sonrisa que aparecía en su rostro cada vez que miraba a su familia.

Su nombre era Jungkook y era el niño más adorable de la Tierra. Él era mi preciado tesoro.