Capitulo 2-Fuego-"Niñita tierna"

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Era un día normal como cualquier otro en la cárcel donde solía pasar y pasaría el resto de mis días. Mi compañero de celda, un hombre de unos 20 años de edad aproximadamente, aun dormía. Yo por lo general prefería levantarme temprano para molestar a los guardias.

Hoy era el día en el que el nuevo guardia tomaría su lugar a las 12:00 PM, el día de mi oportunidad, en el que por fin podría escapar. Los nuevos siempre cometían los mismos errores.

Este era joven, tenía cabello pelirrojo y ojos verdes los cuales me recordaban a las esmeraldas. Parecía confiado. No sabía lo que le esperaba.

Por lo general los trajes de aquella prisión eran completamente anaranjados, camisa de mangas largas con algunos botones y pantalones largos con los dobladillos llenos de mugre por tanto arrastrarlos.

Rasgue estos últimos para aparentar mayor dejadez, luego realice el mismo acto con la camisa rompiendo sus mangas por la mitad.

Luego me acerque todo lo que el grillete que llevaba en mi pie derecho me lo permitía hacia la reja de la celda. Luego de por fin lograr acercarme hasta esta arrastrando la enorme bola del grillete llame su atención.

—¡Oye!—dije con voz firme pero a la vez lastimera.

El se hallaba recorriendo el pasillo de un lado a otro cuando oyó mi llamado y se aproximo a mi rápidamente con una cara de perros.

—¿Que quieres?—preguntó el sin rodeos y seriamente

—Estoy realmente asustada—dije fingiendo un sollozo—no quiero estar aquí

—Ese no es mi problema—me respondió el sin siquiera inmutarse.

—Por favor te lo suplico, tu no sabes lo horrible que es para una niña como yo estar aquí—volví a sollozar—sácame de aquí, te lo ruego

El rió con superioridad.

—¿Acaso crees que soy idiota?—volvió a reír

—Por favor, yo se que tu no eres como los demás guardias, por favor, no puedo soportarlo, detesto esta celda

El pareció meditarlo por un momento.

—Ya te he dicho que no niña—dijo el repentinamente de forma dura. Solo debía hacer algunos pucheros un poco mas para lograrlo.

—Tu no sabes porque estoy aquí, no ha sido mi culpa, te lo ruego, por favor, ayúdame, tu eres el único que puede hacerlo—dije aun con vos mas lastimera y con un gran esfuerzo logre que algunas lagrimas salieran por mis ojos.

—Niña yo...—dijo con algo de pesar-realmente no puedo hacer...—lo interrumpí.

—Si puedes, lo único que debes de hacer es tomar la llave correspondiente que se encuentra en el mueble, tomar la de la celda cinco, abrir la celda y quitarme esta cosa

—No puedo dejar que hullas—dijo pesadamente. Se notaba que una gran batalla se libraba en su cabeza para decidir si soltar o no a la dulce e inocente niñita de la celda.

—Por lo menos quítame esto, por favor...—dije rogándole apuntando al grillete mientras hacía ojitos tiernos.

El volvió a meditarlo por unos segundos.

—Debes prometerme que no escaparas—anunció el

—Lo prometo—dije inocentemente.

El se dirigió hacia un gran mueble de madera desgastado el cual contenía miles de pequeñas casillas con diferentes números y colores que se hallaba del otro lado del pasillo enfrentado a las celdas y se detuvo por un momento hasta hallar la casilla indicada. Tomó de esta un manojo de llaves de los miles que había allí ubicados en cada casilla el cual llevaba un pequeño corazón color rojo desgastado con el número cinco.

Luego dio media vuelta y se dirigió nuevamente a mi celda donde introdujo la llave en el cerrojo de la reja de esta y luego la abrió.

—Gracias—dije débilmente mientras el se ubicaba en cuclillas junto a mi pie y habría con otra de las llaves del manojo el grillete.

Apenas quedo mi pie en libertad lo observe y moví un poco mientras notaba la gruesa marca que la pulsera del grillete había dejado. Lo sentía mas ligero luego de un año de llevarlo.

—¿Te sientes mejor...?—preguntó el muchacho algo temeroso. Levanté mi vista hacia su rostro observándolo fijamente por unos segundos—Humm...

De repente sonreí y lo aparte bruscamente arrojándolo contra la pared opuesta haciendo que golpeara su cabeza contra esta y quedara inconsciente por unos segundos.

Luego tome el manojo de tres llaves, abrí la celda rápidamente y la cerré tras de mi justo en el momento en que el tipo despertaba y me observaba atónito.

—¡Lo prometiste!—dijo.

—¿Es en serio?—pregunté mirándolo seriamente.

—¿Que es todo este escándalo?—grito una voz grabe

Tal parecía que mi "compañerito" de celda había despertado de su siesta. Observó al guardia molesto y luego le atizó una paliza.

Eso fue lo ultimo que pude ver ya que di la vuelta y salí corriendo de allí. No era la culpa del novato, pero tampoco la mía, yo no había asesinado a nadie, me habían inculpado.

Recorrí los pasillos de la cárcel rumbo a la salida con cautela, pero no había ningún guardia. Le reste importancia. Yo solo deseaba salir de allí.

Faltaban unos pocos metros para llegar a la puerta de salida principal cuando pude ver que un chico de cabellos rubios y ojos rojos muy peculiares me bloqueaba el camino.

No traía un traje azul como el de los guardias, pero tampoco uno anaranjado como el de los presos.

Siquiera me detuve a charlar, tan solo pase a su lado tranquilamente. De repente sentí un toque en mi hombro, al voltear el chico se hallaba frente a mi, demasiado cerca.

—¿Pero que...?—Siquiera pude terminar la frase cuando el chasqueo sus dedos y todo se oscureció.

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Bueno. Aquí el siguiente capitulo CON MUCHO MUCHO AMOR Y DEDICACIÓN. Y alguna que otra falta de ortografía :D (pero con mucho amors) así que espero que les guste y no olviden VOTAR, realmente me daría una gran alegría que lo hicieran si realmente les a gustado.

TAMPOCO OLVIDEN ENVIARME SUS MSJS si desean que ocurra alguna que otra cosilla en la novela.

Les mando muchos muchos besos y nos vemos en el próximo capitulo.

Los cuatro Elementos-El heredero.  (PAUSADA INDEFINIDAMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora