Los cuatro Elementos-El heredero. (PAUSADA INDEFINIDAMENTE)

Capitulo 16-Nuevo amigo y el esperado banquete.

Sam Pov

Yo y mi mente dábamos vueltas y vueltas en la cama "De lado a lado, cada uno en su cuadrado" como diría la canción, solo que yo me hallaba en mi cama.

Observé hacia otro lugar en donde se hallaba Kamil la cual dormía plácidamente en su cama.

¿¡Como podía dormir tan tranquila luego de lo que había pasado!?

No es que tuviera miedo de esos tipos, pero en cierto modo me preocupaban.

¿Llegaríamos a ser mas poderosos antes de que nos atacaran?

Toda esta situación de los poderes y el peligro y no se que era muy complicado. Todo parecía mas fácil cuando me hallaba en la cárcel realmente...aunque el lugar fuera un asco.

Cualquiera podría pensar que diciendo esto estaba loca, pero la verdad es que una vez que te acostumbras no es tan malo.

Un gran y feroz aullido de lobo cortó la noche sacándome de mis pensamientos.

Decidí ignorarlo y continuar durmiendo, pero los aullidos seguían y seguían.

Enserio ¿¿Como rayos alguien podía dormir así??.

Me incorporé y bajé las escaleras de madera de la casa rumbo al living. Los aullidos seguían sonando.

Decidí (y díganme loca) salir por una ventana la cual se hallaba semi abierta a investigar.

Aquello de seguro me vendría bien para conciliar el sueño por lo que poniéndome un abrigo sobre el pijama decidí finalmente salir.

La noche se hallaba tranquila. Ni una luz en las casas advertía que alguien estuviera despierto hasta aquellas horas, y como no, si eran las 3 AM.

Los aullidos continuaban oyéndose en la lejanía en dirección al castillo, por lo que decidí seguirlos guiándome con mi oído.

Haber estado en las correccionales y haber escapado de todas ellas no era nada fácil, había que ser muy habilidoso (no es que quiera presumir) pero se necesitaba bastante agilidad, un buen oído, buena memoria, ser silencioso, etc etc (sip, estoy presumiendo).

La cosa es que con años de práctica se hace el maestro, y como yo había tenido muchos años de esos, seguir un simple aullido parecía pan comido.

Me adentré en el jardín del castillo hasta que los aullidos me llevaron hasta el enorme bosque, el enorme y oscuro bosque en donde Connan había dicho que varias criaturas salvajes se refugiaban, pero que no salían de allí si no se las molestaba.

Si lo se, cualquier persona cuerda habría dado media vuelta, ¡pero hey! Yo no soy nadie cuerdo.

Alcé mi mano y de la palma de esta se materializó una llama, una pequeña llama inofensiva, pero si se hacía grande, podría destruirlo todo...

Tal como había ocurrido con ellos...

Todo había empezado cuando tenía apenas ocho años, era una niña pequeña que no tenía mucha idea de la vida, como todos los niños pequeños en general obviamente.

Recuerdo que hacía calor, era un barrio tranquilo, ningún ladrón o asesino serial del cual preocuparse, o eso pensábamos.

Era cuando ella estaba cocinando que el hombre entró, la tomó por el cuello y puso el filo de su cuchillo allí, yo estaba desesperada...

El llegó también y al ver la escena le advirtió al hombre que se calmara, que le daría todo.

El hombre estaba desquiciado, paranoico, borracho, le hizo un tajo a ella no muy profundo y luego le disparó a el en el pecho.