Realmente no sabía que pensar, si era su hijo, y si había dicho que cuidaría de el, pero...¿cómo lo voy a cuidar? ¿acaso podía hacerlo? El no tenía idea de como cuidar a un niño, ¿y si acaso lo hacia todo mal y terminaba arruinándolo? ¿ y si por algun error le hacia daño al niño? ¿si no podía cumplir las expectativas? esas y mas dudas eran las que rondaban el la cabeza de Reboot mientras veía al pequeño bebe durmiendo en la cuna improvisa que el habia construido tras su aparición.
Era... muy lindo admitió para si mismo mientras observaba al pequeño bebé quien estaba acostado en su cuna moviendo su cabecita mientras intentaba ver todo lo que se encontraba a su alrededor, pero sin duda no entendía del todo lo que pasaba.
Fue entonces que el bebe tomo consciencia de que no era el único en la habitación y miro curioso a el esqueleto oscuro que se encontraba mirándolo. Y entonces... sonrió.
Al ver aquella sonrisa Reboot sabía que estaba totalmente perdido, aquel pequeño lo había ganado con aquella bella sonrisa llena de inocencia y felicidad infantil. Era la sonrisa de alguien que todavía no había visto la maldad del mundo y permanecía inconsciente de los peligros que se encontraban en el. Era la sonrisa que se prometió proteger.
-ah, abh, bah - el bebé se removía en su cuna intentando alcanzar a aquella curioso persona que se encontraba viéndolo.
Al ver aquella acción Reboot sonrió con cariño para dirigirse hacia la cuna en la que estaba su hijo y lo tomo en sus brazos.
- Yo te protegeré pequeño - Esa fue la promesa que pronunció tanto a si mismo como a su hijo Reboot mientras lo arrullaba suavemente al niño en sus brazos.
Lastima que las promesas son tan fáciles de hacer... pero tan difíciles de cumplir ...
Sonríe, mientras tú mamá te arrulla en sus brazos.
