HER •| Zayn Malik |•

Capítulo 4- Goodbye honey.

Han pasado tres horas desde que puso mi cabeza al revés. No lograba dormir, no paraba de pensar en porque me diría esas cosas. No me conoce ni yo a él. ¿Que se cree para tratarme de esa manera? Estoy furiosa, confundida, quiero darle un puñetazo en su perfecta nariz y aunque quiera negarlo, mi corazón latía con frenesí cuando agarré su mano. Sus dedos tienen pequeños tatuajes al igual que el dorso de su mano para dar comienzo muchos más que lo hacían ver como el típico chico malo. Pase mis dedos entre mi enmarañado cabello tratando de calmarme, no entiendo porque me siento de esta manera hasta penas lo he visto dos veces. Tomé mi teléfono, tenía varias llamadas perdidas de Alessa junto con un mensaje de un número desconocido. Abrí el mensaje.

"Te ves guapa incluso cuando estas furiosa.
Zayn"

Maldicion. Sonreí sin saber porque rayos lo hacía, dando comienzo a un ataque de nervios. ¿Por qué tendrá mi número? ¿Quién se lo dio? ¿Por qué sigo sonriendo?. Me levanté, tomé unas converse, mi teléfono y mis llaves. Salí rápido de mi departamento en pijama, no me importaba en realidad. Lo hacía seguidamente debido a mi trabajo. Pero esta vez lo que necesitó es hablar con alguien. Tomé el ascensor y marqué el botón del sótano. Junto a mí iba un chico rubio que no dejaba de mirarme. Aumentaba mis nervios paranoicos.

- ¿Te pasa algo?- preguntó el rubio algo preocupado- Puedo ayudarte si gustas.

- N..no, yo. Mmm, estoy bien - respondí mirándolo, es guapo. Llevaba unos lentes y al igual que yo, tenía pijama- Sí, bien bien. Gracias.

- Oh, claro que no lo éstas- sonrió y me extendió su mano- Soy Niall, vivo un piso más arriba que tú.

- Melissa -apreté su mano y salí disparada cuando la puerta del ascensor abrió. Escuché que el chico gritaba "Luego te veo" cuando subí a mi auto. Las calles aún estaban repletas, autos y personas por doquier, miles de edificios llenaban el panorama sin dejar ver un pequeño trozo de cielo. Aún no lograba calmarme, digamos que este tipo de cosas son normales para la mayoría de mujeres pero para mí no. Usualmente soy la mala suerte con esos temas, nada parecido a Alessa, la cual al igual que Amanda se pasan la vida buscándome pareja. Y ahora que Zayn ha tratado de colarse en mi vida de una manera cliché y extraña. Mis nervios no dejan de alterarse. Supongo que ya sabrá todo de mí hasta le pagaría a uno de esos investigadores que te dan una carpeta con los datos de un criminal, algo así como el FBI. Solté una pequeña carcajada por mis pensamientos erráticos, seguro conoce a alguien que es cercano a mí, incluso podría ser amigo de mi hermano. Quien sabe, son tantas variables. Llamé a Alessa para avisarle que iba caminó a su departamento mientras ella maldecía por haber interrumpido su serie favorita. Estacione el auto frente al enorme y lujoso edificio donde vivía Alessa.

-Buenas noches señorita- me saludo el portero, era un anciano muy amable- La señorita Jones me dijo que le avisará que la puerta de su departamento esta abierta.

- Oh, esta bien - le sonreí agradecida- Gracias, nos vemos.

- De nada, señorita- empecé a caminar al ascensor pero me detuve en seco cuando escuché que dos personas hablaban- Buenas noches señor Malik. ¿Como le va?

- Excelente, gracias por preguntar- respondió. Mis piernas empezaron a temblar- con permiso. Que pase buena noche.

Ahora mismo no sabía que hacer. El pasillo estaba oscuro así que el no me veía. Caminé rápido hacía la puerta que daba a las escaleras de emergencia pero el ascensor abrió sus puertas iluminando todo el pasillo. Maldición. La persona del ascensor pasó mirándome algo extrañó. Claro, estaba en pijama y con la puerta de las escaleras abierta. Suspire tratando de calmar mi posible ataque cardíaco. Esto parece una telenovela, ahora el hombre guapo el cuál esta detrás de mí (seguramente viendo mi trasero por el minishort de mi pijama) vive en el mismo lugar que mi amiga. ¿Qué sigue? ¿Qué soy la hija perdida de un multimillonario?. Cierro la puerta y caminó hacía el ascensor. Zayn pasa por mi lado pero no me mira. Gracias a dios venía distraído en su teléfono. Marque el piso 15 y él marcó el piso del penthouse. Cruce mis brazos tratando de tapar un poco mis pechos, definitivamente odio estar en esta situación.