OBSECION - Brand Red x Kelvin

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***BRAND RED***

Me levante y Salí de la habitación, eran las 4:53 de la madrugada, no suelo dormir muy bien, siempre tengo problemas para hacerlo.

- Papa, mama...

Fue lo único que dije en un suspiro, tal vez sea el subconsciente... si, eso es, pues a quien quiero engañar? Si los extraño... y mucho. De todos modos soy la puta esperma salida de los huevos de mi padre, y soy la mal parida que formo mi madre.

Como siempre... iba bajando las escaleras para tomar un vaso de agua.

- Empezó a creer que eres sonámbula.

Dijo Marianne sorpresivamente, no había sentido su presencia.

- Nuevamente saldrás?

Pregunto al verla girar la perilla de la puerta principal.

- Yo no puedo dormir placenteramente como ustedes, y me aburro.

Dijo alzando los hombros y luego salir de la cabaña.

No le di importancia, siempre es lo mismo con ella.

Me serví el vaso con agua, pero intencionalmente dirigí mi vista al sótano, y bueno... estaba aburrida. Baje hasta el sótano, aun con el vaso sostenido en mi mano.

Ahí la vi, amarrada, descuidada y maltratada... ella estaba arrinconada en una esquina, con poca iluminación del foco colgando del techo, en posición de feto en el frio piso en cementado.

Me acerque lentamente a ella, esta dormida, pero no se la ve cómoda, me puse de cuclillas frente a ella y le susurre...

- Me satisface verte asi...

Y luego paseo mi mano por el borde de su rostro, pasando mis dedos apropósito por sus heridas, que por el ardor que cause, se levanto de golpe y al verme retrocede mas hasta aferrarse a la pared, viendo que no tiene a donde mas ir.

- Q-que es lo que qui-quieres!!!

Dijo con tartamudeos, ante eso, di una leve sonrisa, se siente débil, desprotegida, se siente inútil... eso me gusta.

- Bueno, yo... aun no te are nada- dije estrechándole el vaso- bébelo que estas deshidratada- dije fríamente para no crear confianza con ella, me gustaba verla con temor.

Ella solo miraba frenéticamente el vaso, de seguro pensara que le eche algo, o por que yo que fui mala con ella tendría que ofrecerle agua... estaba desconfiando, pero también me estaba dejando como una maldita estatua, eso hizo que me enfurezca un poco asi que di un mandato violento.

- DIJE QUE LO BEBAS!!

Eso hizo que ella diera un brinco del susto y rápidamente recibiera el vaso, s lo bebió desesperadamente.

- Cual es tu nombre.

Pregunte mirándola directamente, siento su desconfianza, su miedo, pero me enfurecía que se quedara callada.

Me pare, ella se arrincono mas, pensando que le aria algo, pero realmente me pare ara dirigirme a otra esquina donde se encontraba un armario que no se usa mucho, de ahí saque dos colchas y se las arroje violentamente.

- Ahí, hay una maldita camilla.

Dije apuntando a una parte de la pieza donde se encontraba una camilla con correas de fuerza colgando de ella, maltratada, con rasgones y con manchas de sangre que se sentía un olor repugnante.