-Capítulo 4-

8 0 0
                                    

Sonny.- Alex deja ya el ordenador y vamos a dar una vuelta porfaaaa.

Le rogó su amiga al entrar en su habitación.

Alex.- va a venir.

Sonny.- ¿quién va a venir?

Preguntaba sin entender.

Alex.- Sergio, él va a venir.

Sonny.- uuuuuuh, esto sí es interesante, por fin voy a conocer al camarero.

Alex.- no, no es interesante, es un problema.

Sonny.- ¿un problema? ¿por qué?

Alex hizo una pequeña mueca.

Sonny.- ¿aun no se lo has contado?

Preguntó sorprendida ya que había tenido tiempo de sobra para decirselo. En ese mismo instante alguien entró.

Samantha.- ¿contar? ¿qué es lo que tienes que contar primita?

Sonny.- que se ha echado un novio de la plebe y va a venir a verla, pero cuando llegue verá que su amada vive en un enorme castillo y que es la hija heredera del trono de Santa Cristal.

Alex.- ¡¡SONNY!! ¡¡no es mi novio!!

Sam.- pues díselo antes de que venga y solucionado.

Alex.- no puedo...

Sam y Sonny.- ¿por qué?

Alex.- su vuelo sale dentro de una hora.

Sonny.- pues sí que era un problema...

Alex.- dios, ¿qué voy a hacer?

Sam.- tranquila, tiene fácil solución.

Alex.- ¿sí? ¿y cuál es?

Sam.- si no viene a palacio no tiene por qué saberlo.

Sonny.- claro Alex, si le tienes lejos de aquí él no se enterará.

Alex.- sí lo hará, por los ciudadanos...

Sonny.- tú déjanos a nosotras.

Sonny y Sam chocaron sus manos y sonrieron, mientras Alex las miraba con cara de terror. Esas dos chicas estaban muy locas, y podría esperar cualquier cosa de ellas.

Alex tenía cosas que hacer durante el día, como tomar clases de protocolo, educación, ir al hospital a ver a los niños enfermos...pero se pasó el día metida en su mundo, no hacía más que pensar en lo que pudiera ocurrir, no estaba muy segura del plan de su amiga y su prima.

Eran las 19:00 en Santa Cristal. Sam y Sonny se encontraban en el pequeño aeropuerto de la isla esperando a Segio, aunque ninguna de las dos sabían exactamente cómo era, porque Alex nunca les enseñó ninguna foto, ellas se guiarían por la descripción física que les hizo.

Sonny.- ¿crees que será guapo?

Sam.- no sé, mi prima tiene buen gusto, recuerda que estuvo con Nate.

Sonny.- sí, y recuerda que lo dejó.

Sam.- por suerte para mí sí.

Respondió riendo cuando vieron que por fin aterrizaba el pequeño avión que cada día hacía trayecto entre Los Ángeles y la isla.

Veían cómo uno a uno bajaban los pasajeros. Siempre volaban los isleños que iban a trabajar o simplemente querían salir de la isla por cualquier otro motivo, por lo que entre el pasaje buscaban a alguien desconocido.

Santa CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora