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De nuevo volvió a la realidad, observaba como el sol se ocultaba entre aquellos edificios que estaban obstruyendo gran parte de su vista. Había una duda que desde hacía tiempo lo mantenía despierto cada noche... ¿Cuándo fue la última vez que aquella sonrisa le iluminó su día? Mientras más deseaba recordar, el agotamiento ya lo empezaba a consumir al igual que el frío que de poco en poco, teñía su nariz y mejillas de rojo, sin embargo, de verdad disfrutaba de aquella brisa que lo envolvía...

Eran momentos como ese cuando su mente se llenaba de nostalgia, como aquella primera vez que despertó con aquel pecoso durmiendo sobre su pecho. Recuerda odiar su miopía pues no llegaba a disfrutar en su totalidad la belleza de aquel ser caído de los cielos, puede jurar que aún siente entre sus dedos la suavidad de su cabello y la calidez de su piel...

Desea revivir esos días en donde se ponía meloso y besaba cada una de las pecas que decoraban el bello rostro de su amado, incluso por momentos en su mente resuena aquella encantadora risa que tanto amaba del castaño y ni hablar de sus mejillas teñidas de un deslumbrante rojo cada vez que se avergonzaba, eran recuerdos que se sentían lejanos.

¿Por qué él?

Eran dudas que le hacía sentir miedo, si, miedo por el día en que finalmente Tadashi se diera cuenta el tipo de basura que era y decidiera buscar la felicidad que bien se la tenía merecida, sin embargo, esos nunca sucedió.

Él incluso fue tan valiente como para no dudar en hablar seriamente con sus familias, ni siquiera soltó su mano cuando su padre salió de la habitación con el ceño fruncido, probablemente disgustado por las palabras dichas. No fue fácil, la ansiedad los consumió pero el tiempo al final resultó ser de ayuda, sus madres y sobre todo Akiteru, se volvieron un gran apoyo para ellos.

Pero claro, Tsukishima aún tenía más anécdotas que podría contar con el castaño como protagonista, principalmente aquellas donde él resultan avergonzado, sobre todo cuando Tadashi usaba sus encantos contra él. El rubio podía tirar su orgullo por la borda con tal de que su castaño no se encontrara más molesto, porque claro, algo muy jodido tuvo que hacer como para que Guchi no le dirigiera ni la palabra, eran momentos como esos en los que con la mejor cara y humor, recurría a su hermano mayor quien sin pensarlo presumía de sus consejos sobre el amor —totalmente ridículo pues sus relaciones de apenas 5 meses decían lo contrario— al final, más que perdonarlo de corazón por las acciones que intentaba hacer Tsukishima, Yamaguchi lo perdonaba al sentir lastima de las ridiculeces que su hermano le aconsejaba hacer ¿Quién demonios le gustaría una serenata a la media noche? Eso sin contar los pocos ánimos y la vergüenza que comía al de lentes mientras intentaba cantar.

Sin embargo, como cualquier otra relación está no era perfecta, ellos tenían problemas y obstáculos que aún tenían que superar, sobre todo al ser adolescentes quienes apenas iban construyendo su futuro.

...

Pero el tiempo pasa más rápido de lo que uno se imagina, en un parpadeo se habían convertido en verdaderos adultos por lo que, lleno de confianza, decidió dar un paso que los marcaría de por vida.

...

—¿Quieres casarte conmigo?— salieron aquellas palabras tan casualmente que conmocionarion al castaño quien, aprovechando su día libre, preparaba unos pancakes. Incrédulo, volteo a ver al rubio, dejó escapar un suspiro y comenzó a servir la miel sobre unos ya preparados.

—Tsukki... ¿Estas hablando en serio?— observó como el rubio sostenía una fresa en su mano.

—Por supuesto ¿acaso soy de las personas que gustan hacer bromas de mal gusto?

Antes de que pudiera llevar a su boca aquella jugosa fresa, Yamaguchi se la arrebato de la mano y la comió sin dudar.

—Acemto

Tsukishima rio al verlo con la boca llena, se acercó para limpiarle la crema que manchaba una de sus mejillas, pero su acción fue interrumpida.

—Y hoy duermes en el sofá.

—¿Ah?

(...)

Era doloroso. Su pecho dolía y ardía, era el infierno en vida, no sabía cuanto tiempo más le iba a quedar pero sabía que era demasiado poco. Reconocía a las personas que estaban sentadas a un lado suyo, todas con una mirada de lastima, excepto una que forzaba una sonrisa y bien que la conocía...


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¡Holi! :D
Bueno, no ha pasado mucho tiempo, o al menos no más de lo que siempre hago :v
En fin, no tengo nada más que decir (aparte de que me pongo a escribir en ves de hacer tarea, pero ese es otro tema :v)

Hasta la próxima ~

Se despide Mika ~

Si, fue editado, pido perdón akdjjssn

Nos Volvemos A Ver [TsukkiYama] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora