Mi Querida Niñera /BTS & tn

Capitulo 2

-- Señorita... El vuelo acaba de terminar. ¿Puede hacernos el favor de levantarse?-- sacudió mi hombro.

-- No... No puedo -- acomodé mi cabeza en el asiento. --

Al no escuchar nada, entre abrí los ojos bastante aturdida.

-- ¡Espere! -- grité luego de reaccionar  -- ¡¿Ya estoy en Corea?! -- abrí ambos ojos --

Miré a mi alrededor y como era de esperarse me encontraba sola a excepción de la azafata que aún me miraba con desprecio.

¡Maldición!

Levanté mi cuerpo de aquel cómodo asiento para tomar mis cosas con rapidez.
Debido a que aún tenía sueño, mis maletas se caían cada vez que las intentaba bajar con cuidado.

Bueno ... ¿A quien engaño?

En realidad el sueño no tiene nada que ver, soy demaciado torpe para realizar algo tan simple como eso.

-- ¡Gracias por todo! --  ¡Adiós! -- dije a la azafata de hace un momento mientras bajaba super emocionada del avión.

Cuando por fin culminé los tramites y pisé el suelo de dicho país, sentí un ligero golpe en el pecho debido a la gran emoción que me consumió en ese momento.

Corea, una cultura completamente distinta a la mía. Gente en todas partes, luces que alumbran cada calle.
Era perfecto, perfectamente extraño he interesante.

La siguiente parada era a mi departamento. Tomé mi celular para buscar la dirección de aquel lugar. Solo quedaba a algunas calles de aquí, así que me propuse admirar el alrededor.

Necesitaba caminar, tomar el transcurso con calma,admirando todo. La mayoría de las personas que pasaban no paraban de mirarme con curiosidad, captaba demasiada atención de la acostumbrada.

No padezco de ansiedad social, pero si fuese el caso creanme que podría darme un ataque de tanta presión que sentía.

Ignorando dichas miradas, enfoqué la mía en un gigantesco anunció en el mismo centro de aquella calle.
Transmitía un vídeo muy interesante, lleno de colores y sonrisas de parte de unas cuantos chicos. Al parece rlos protagonistas de dicho comercial eran unos siete hombres.
La única palabra que tomó lugar en mi memoria fue "Persona", un titulo vastante repetitivo en dicha pantalla.

Suspuse que s trataba de alguna gira, o concierto aproximado. Siendo honesta, no le dí mucha importancia.

Unas cuantas calles más y.... ¡Llegamos! La verdad estaba algo fatigada, la resistencia no es lo mio.

-- Buenas noches, señorita.-- observó fijamente mis ojos.-- ¿En que le puedo ayudar? -- un amable empleado me dirigió la palabra.

-- ¡Em.. sí! -- sonreí.-- Mi nombre es _______. Tengo una habitación reservada. La... -- saque mí teléfono -- A56 -- le mostré la pantalla.

--¡Oh! -- entrecerró sus ojos. -- Extranjera, ¿cierto? -- sonrió algo pícaro.

-- ¿Como lo supo? -- cuestioné sarcástica sacando algunas risas de nuestra parte.

-- ¿Que puedo decir? -- tomó unas llaves. -- También soy verídico.

-- Sí, me he percatado.-- sonreí.

-- Bien -- suspiró luego de su ultima risa. -- Pase por aquí, por favor.

Yo solo lo seguía mientras contemplaba todo mi alrededor.

--Justo aquí.-- abrió la puerta dejando ver lo acogedor que era. -- Tenga las llaves. -- extendió su mano. -- Cualquier cosa que necesite, estoy a sus órdenes.

-- Gracias. Muy amable. -- hise una pequeña reverencia y entre a mi habitación. --¡Qué emoción! Ya estoy en Corea! --grite involuntariamente mientras bailaba como una loca.

Me tiré en mi suave cama y la golpee con todas mis fuerzas mientras sonreía como subnormal.

-- Señorita, ¿Puede bajar su tono de voz? No queremos problemas con los demás huéspedes. -- dijo el mismo chico de hace cinco segundos.

Rápido me detuve y me di la vuelta. Qué vergüenza.

--¡Ups! Lo siento... -- le dije mientras abría los ojos. Pero el comenzó a reírse de mi.

--Tranquila. -- rie -- Eres muy graciosa. -- Que hermosos ojos tiene.- cerró la puerta.

¿Soy graciosa? ¡Oh! Me siento alagada.

Bien, ya vasta. _______ debes cálmarte y dormir.

Luego de mi rutina de noche, dejé caer todo mi ser en la cama.

-Mañana será un día largo, muy largo...- cerré mis ojos.