Capitulo 22

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¿Tenia que resfriarme hoy?

Este es de esos momentos donde no sabes que hacer, ir al trabajo o quedarme aquí. Una persona coherente se quedaría en casa pero como mi nombre es _____... no lo haré.

Tengo tanto dolor en la nariz, creo que en cualquier momento voy a sangrar.

Pero es mi tercer día de trabajo, no puedo darme el lujo faltar.

Me detuve en seco al verme en el espejo, con los ojos rojos al igual que mi nariz y un tono pálido en mi piel.

Ay, no. Creí que no era tan notorio. Que boba soy.

Si no hubiera llovido ayer todo fuese más fácil.
Y me percate de que estoy sonriendo como una idiota. ¿Suga? ¿Otra vez?
No, no, no. Quítate... vete de mi mente maldito imbécil.-golpee mi cabeza-

Si, es un imbécil. El mismo imbécil que me salvo la vida. Pero ¿sabes que? Ya no dejarás que te trate como una basura, _____.

Me armé de valor y busque en mi maleta algunas pastillas o medicamentos pero, nada.
Maldije mil veces para mis adentros.
¿Cuando será el día en que no olvides algo,_____?

No tengo fuerzas para seguir buscando,pero no me puedo rendir...no hoy.

Tome el calendario que me enviaron durante la entrevista, debo verificar que tienen hoy los chicos.

. . .

-¡Buenos días!-sonreí a Jimin, el primero en levantase.

-Buenos di...-pausó, miro mis ojos detenidamente.

Examinó cada centímetro de mi rostro, hasta el punto en que me intimido y no pude evitar sonrojarme.

-¿Estas enferma?-tomo mis mejillas.

Mierda.
Después de tratar de ocultarlo.

-S-si.-trate de hablar claramente, estaba distraída en su mirada.-Peró no se preocupe.-me solté de su agarre lentamente.- Estaré bien.

En mi interior gritaba todo lo contrario. Sentía mi cabeza palpitar del dolor y mis ojos aguarse del ardor y la congestión.

Jimin obviamente no me creyó ni una sola palabra. Se cruzó de brazos, frunció el ceño esperando a que soltara alguna palabra. Que dijera la verdad.

-Yo...-coloque las píldoras medicinales que compre sobre la mesa cerca de la cocina.- solo créeme.

-¿Cómo quieres que te crea? mírate tu misma.Tu piel esta pálida.-acaricio mi mejilla.

Trate de esquivar su mirada, me siento incómoda cuando me ven de cerca.
Ya no podía ocultar lo más.-Me veo horrible, ¿cierto?-pasé un pañuelo por mi nariz. El miro mi acto y sonrió.

-Como siempre, hermosa.-despeino mi cabello. -Pero te verías mejor si descansaras una poco.-me dirigió detrás de el. Sosteniendo me fuertemente de la mano para que no logrará escapar.

-Jimin, no te preocupes. Ya te dije que estoy bien.-entramos a su habitación.

-No seas tan terca.-tiro de mi mano para que me acostara en su cama sin hacer mucho ruido, Hoseok estaba durmiendo.

-Jimin.-lo llame pero aun seguía poniendo la sábana sobre mi pecho.- tengo que hacer mi trabajo.

-Primero es tu salud.

-Pero...

-______, ¡Por Dios!-susurro por tanto quejarme.

-Solo prométeme que prepararan el desayuno, que no discutirás con Jungkook, que te portarás bien...

-Duerme.-besó mi frente, una corriente revolcó todo mi cuerpo.-Te lo prometo.- Fue tan repentino, no debía quedarme ahi pero ya no daba para más. En sus ojos vi honestidad, no me preocupe mucho y solo sonreí.

Vi que se retiraba y solo logre decir-Gracias, Jimin.

El se giró, mirándome detenidamente. Su cabello rosado caía lijeramente sobre su frente. Me encanta verlo sonreír, sus ojos desaparecen y su sonrisa es más notoria. Mmh, me hace más feliz.

-Descansa.-cerro la puerta, sin hacer mucho ruido.

Me acurruque en la cama aún sin cerrar los ojos, disfrutando de su aroma. Era delicioso, estaba sobre todas las sábanas. Una sonrisa se dibujó en mi rostro para finalmente cerrar los ojos.

. . .

Escuche un ligero ruido, mis oídos aún no estaban cien por ciento despiertos, asi que no pude distinguir mucho a que se debía.
Separe mis ojos lentamente. Una silueta borrosa se veía frente a mi. observándome, sin decir ni una sola palabra.

-_____(Tn), s-solo vine a ver si estas bien.-titubeo.

-¿Jungkook?-rasque mis ojos.

-Si.-rasco su cabello castaño despeinandolo.-¿Te sientes mejor?

-Oh, si.-puse mi mano en la frente.

-T-Tengo que decirte algo, creo.

-¿Por que "creo"?-pregunte, sonriente.

Se notaba su nerviosismo.

-Es que-se sentó a mi lado.-No te alarmes pero...

-Dime.-me puse seria.Estaba más que intrigada, más que eso... asustada.

-El manager, se va por unos cuatro meses.-bajo la mirada.

-¿Q-Que?-me levanté de golpe.-¿Me despedirán?-abrí los ojos, sin poder controlar mi corazón.

-¡N-No!-negó con sus manos.-No perderás tu empleo.-río.-Solo creí que seríamos una carga para ti.

Suspire de alivio. Y luego sonreí por su timidez.

-Me asustaste.-me calme.-Ustedes no son una carga.-reí.-Bueno, solo Tae.

-Si.-río.-Pero ¿crees que a tu novio le moleste?-trago en seco.

Pensé, pensé y pensé. Buscando la razón por la que traía ese tema tan repentino. Recordé que vio mi teléfono ayer cuando me llamo.

-El no sabe que...-frote el pañuelo por mi nariz.- estoy aquí.

-¿Como?-abrió los ojos.-Oh, lo siento. No debes responder si no quieres.-negó y se levanto de la cama.

Un olor raro llego a mis fosas nasales. Era fuerte, como a quemado.
Mire a Jungkook quien me miraba intrigado por lo mismo. Lo tome de la mano y salimos de la habitación.

Me detuve.

-¡Hola _____!-grito Tae.-Estoy cocinando.-río gracioso.

Los demás se me quedaron viendo mientras trataban de apagar lo que sería un incendio. Joder...

Mi Querida Niñera /BTS & tnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora