El alma del de la máscara

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Buenas tardes. Me presento aquí después de no sé cuanto tiempo para traerles este nuevo capítulo del fic. Espero les guste y no me maten por esto.

DawnYoshino: Si, se notó que eres fan de Itachi. Bueno, te agradezco por comentar y espero que tanto el capítulo anterior como éste te gusten.

ghostgirl2334: Que bien que hayas sobrevivido esa vez, y espero sea igual ahora. Lo malo es que aquello que creí arreglar terminó dando paso a más y más cosas y no pude escribir este capítulo hasta hace poco. Gracias por comentar y espero este capítulo te guste, además claro de mantenerte viva hasta el próximo.

Disclaimer: Naruto, sus personajes y su historia no me pertenecen, si no a Masashi Kishimoto.

Nos vemos en las notas finales.



Caída la noche, el grupo se fue a dormir dejando a los encargados de la guardia cerca del fuego. El primer turno les tocó a Naruto y a Neji, y deberían estar allí por cerca de dos horas, las cuales se le estaban haciendo muy incómodas al rubio.

Éste no se atrevía a hablar a Neji, ya que recordaba lo que le había hecho a la salida de la Torre Hokage, y no deseaba que cualquier cosa que dijera la interpretara mal o lo que fuera.

Por el otro lado, el de ojos blancos se encontraba meditando todo el asunto de la misión. Él era un jounin que al servicio de la Hokage, y desde que accedió a su rango trabajó muy cerca de la misma, por lo que la conocía lo suficiente como para extrañarse de esta situación. Tsunade no era alguien que confiara a la primera en nadie. Por lo que sabía, incluso a Naruto le había costado mucho que ella le aceptara. Y así, de repente y de la nada salía con una misión diplomática a la sede de Akatsuki, para negociar una amistad con la líder de una organización terrorista. Por no decir que el grupo que mandó a formar era demasiado grande. La sola idea de moverse con rapidez y ligereza quedaba descartada, además de que estaban muy expuestos a cualquier ataque.

Estaba en estos pensamientos cuando giró a ver al rubio. Entonces se acordó de lo que había pasado entre él y su prima en los últimos tiempos. Tal vez por esa razón estaba tan tenso al compartir el turno con él, pero a Neji esto no le importaba. Le había dicho lo que tenía que decir, y no lo pensaba repetir. No es que no confiase en Naruto. Es más, por lo ocurrido desde el examen chunin en adelante lo tenía en una estima muy alta. Pero Hinata era su prima y su responsabilidad. Para él, cuando el tema era concerniente a sus primas o su tío no existían amistades ni parentescos con nadie más que con ellos.

Allí estaban, ambos callados y sin moverse de sus lugares, cuando Neji se levantó y le dijo a Naruto:

—Iré a controlar alrededor de la cueva. No hagas alguna tontería mientras no estoy.

Luego de decir esto salió sin dejar que el rubio le respondiera.

Después de que Neji se fuera Naruto también se levantó, pero en su caso con la intención de rondar cerca de sus compañeros. En eso estaba, velando por el sueño de sus amigos, cuando se encontró ante una gran jaula con barrotes de metal, piso inundado y una risa burlona desde la oscuridad tras las rejas.

— ¿Se puede saber para qué me trajiste aquí, zorro apestoso? —Preguntó el rubio enfadado por esa risa que parecía tenerlo a él como objeto de gracia.

—Cálmate, mocoso. —Le dijo el Zorro de las Nueve Colas —Deberías estar agradecido porque te esté ayudando.

— ¿De qué hablas?

—Tú y tus amigos corren peligro aquí. Es más, ni siquiera se encuentran en la ruta hacia Amegakure.

—Imposible, tebayo —Exclamó el joven sorprendido —Nunca nos desviamos. Incluso tardamos en encontrar un refugio para no salir del camino.

La chica noche y el joven díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora