La última vez

27 5 0
                                    

Pasa un día, dos, tres, cuatro....y nada cambia, es imposible superar ese dolor...porque te arde...te duele en lo más profundo de tu ser, es un dolor que no te deja avanzar, no ves el final de ese suplicio, te sumes en un camino de profunda oscuridad, esperando a ser rescatado.

Lili

— Mi amor, ¿quieres que te traiga algo de desayunar?—dice suavemente mi mamá, como si el hablar en voz alta me fuera a romper en dos. 

—Gracias mamá, pero no tengo hambre— contesto acostada en mi cama en posición fetal

Escucho como mi mamá suspira antes de decir—Necesitas comer, por favor mi niña, es más, ahorita estoy preparando tu platillo favorito, ¿Qué te parece?—lo dice intentando hacerme sentir mejor, pero no sabe que nada podrá hacer sentirme así.

Contesto prácticamente en un suspiro—Después de que salgas, ¿podrías cerrar la puerta?— no espero su contestación y me coloco mis audífonos, subo el volumen de la música y dejo que esta me absorba.

  —¿Lili? ¿Mi amor? — Escucho que alguien dice mi nombre, reconozco esa voz, pero no se de donde viene.

  — ¡¿André?!, ¡¿Eres tú?!, ¡¿Dónde estás?!—grito desesperada, girando mi cabeza hacia todas direcciones, pero lo único que veo es vegetación, árboles, un pequeño arroyo, el cielo esta nublado y cuando respiro me llega el penetrante olor a tierra mojada.

De pronto escucho el crujir de unas ramas a mi espalda e inmediatamente me volteo, solo para encontrarme con un pequeño venado, me quedo sorprendida, pero al mismo tiempo desilusionada.

 —¿Acaso no es increíble mi cielo?—siento el tacto de una mano sobre mi hombro, y el olor en el ambiente cambia, y se que es el aroma de mi mejor amigo, de mi confidente, de mi todo...no puedo evitarlo y mis lágrimas comienzan a rodar por mi rostro, acerco mi mejilla a su mano y el me acaricia suavemente, puedo sentir su calor.

  No hago caso a su pregunta y le digo—¿Por qué te fuiste cuando mas te necesitaba?, ¿Por qué me dejaste aquí tan sola?—entonces mi voz se corta y rompo a llorar.

  — Yo no me fui mi cielo, ¿o es qué ya no te acuerdas?—dice con ternura

 —¿Cómo?, ¿De qué hablas?— respondo desconcertada.

  —Mi vida fuiste tu....tu me abandonaste—contesta mientras su tono de voz cambia

Mi cuerpo deja de responder, no me puedo mover, un escalofrío me recorre por dentro, como una cubeta de agua helada—Pero...¿Co...como...puedes decirme eso? ...yo te, yo te a...amaba...—antes de que pueda terminar la oración el me interrumpe

  —¡Pero si tu me mataste!, ¡Tu tuviste la culpa!, ¡Tu eres la culpable de todo Liliana!—  grita enfurecido, pero ya no es su voz...es una voz cavernosa, áspera...

— No...no puede ser...tu, tu no eres el...¡tu no eres mi André! —grito mientras lucho por moverme con todas mis fuerzas.

Siento como la mano sobre mi hombro me empieza a quemar, me arde, la sensación cálida de antes, ha sido remplazada por una tormenta de fuego que invaden mi cuerpo.

 —¡No te atrevas a voltear!, ¡Tu me mataste! ¡Eres una maldita asesina!—grita de forma desgarradora esa voz.

Mi cuerpo se libera, soy capaz de moverme y me volteo para encontrarme con...

Y abro los ojos...  

—¡Mi niña! ¿Estás bien?—Escucho la voz de mi madre preocupada

— ¿Qué...qué esta pasando?, ¿Qué sucedió?— pregunto desconcertada, mi cabeza duele, estoy sudando y siento resequedad en mi boca.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 03, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Espléndida TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora