Capitulo 2

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Después de pasar una buena noche con Corine, me dirijo a trabajar, preparo mi cerebro para todos los regaños que recibiré hoy — ¡Jacob bueno para nada ¡¿ya está mi reporte? — Holgazán en lugar de estar comiendo deberías ponerte a trabajar— ¿Por qué me trajiste un moka de soya bajo en grasa?, bien te dije que me trajeras una soya de moka baja en grasa— Esos son tan solo algunas cosas que dice mi jefa Madeleine Ella es una señora gorda de 43 años, con el cabello mal pintado de rubio, con uñas largas, sus ojos parecen que te dice "te voy a matar". Como había predicho fue una tarde de regaños e insultos. Estúpida Madeleine de seguro nadie quiere acostarse con ella y por eso se desquita conmigo. Salir con Corine era diferente a otras veces, ella me hacía sentir bien con tan solo un par de palabras, todos mis males se iban de mi cuerpo , eran intercambiados por caricias de sus suaves manos. Ella tenía el poder de controlarme sin que yo pudiera hacer nada. La tercera vez que la vi llevaba un vestido color violeta, se veía demasiado sexy tenía ganas de arrancárselo. Fuimos a un puente a la mitad de la noche, este estaba iluminado por un par de faros, al parecer casi nadie transitaba por la calle de Bristol. Mi mirada se perdía en los ojos de Corine, quizás era , porque me gustaba o porque estábamos fumando marihuana. Corine me incito a fumar marihuana , aunque le dije que no fumaba .Pensé que Corine sería una chica seria, pero en realidad tiene muchos misterios. Hablamos de cosas sin sentidos , después nos besamos con pasión, como si no hubiera un mañana. Nos acostamos debajo del puente mirando el cielo nublado. Corine me acaricia mi mejilla— Jacob— dice ella mientras me mira fijamente, asiento para que continúe su dialogo. — ¿Por qué crees que las personas hacen cosas malas? — dijo Corine, mientras pensaba una respuesta. — No hay en si cosas malas, si tus decisiones afectan a otras personas, entonces deberías de aprender de ello y no volver a tomar esas decisiones y si lo sigues haciendo para dañar a las personas, es porque eres una persona que quiere compartir su dolor . — dije , quizás la marihuana hizo que mis palabras fueran profundas. —¿Harías cualquier cosa por mí? — Dijo ella mientras su mano derecha subía a mi entrepierna. — sí, aunque corriera riesgo mi vida . — dije mientras ella se acercaba más a mí. Frotaba su mano con mi miembro, mientras me besaba con desespero. De la nada se detiene, mi miembro esta erecto, a ella le causa gracia y se va. Le pregunto que si la acompaño, pero ella dice que no. Podría encontrar una chica para mi erección, pero no lo haré. No me gustaría lastimar a Corine. Decido regresar a mi casa. El portero está dormido, hago el menor ruido posible para no despertarlo, tomo el asesor . Tomo mi teléfono, no tengo ninguna llamada perdida . Llego a mi casa, tropiezo con una caja, había olvido ponerla en su lugar. En esa caja guardaba todo lo que me encontraba en mis bolsillos, quizás algún día encontraría que significaba todo eso. Me acuesto pensado en ella, en la comisura de sus labios, en las pupilas de sus ojos, en su cabello largo que se alborota con el viento, sus piernas largas que rodean mi cintura, sus pechos desnudos. Nunca he tenido sexo con ella, pero en mi mente es mía una y otra vez. Despierto con un dolor demasiado fuerte en mis nudillos, estos están hinchados y llenos de sangre. Me asusto, no tengo ni la menor idea de cómo me lo hice. Mi pantalón está roto de las rodillas y mi camisa rasgada. Busco en mis bolsillos, hay una cajetilla vacía de cigarros, la servilleta con las mismas palabras "ojos azules", en mi mesa de noche se encuentra una arma. No la toco , esto me está asustando demasiado. Decido tomar una ducha, mis músculos se relajan. Me curo mis heridas, tomo unos guantes de látex . Abro el cargador, no tiene balas. Me alegro de una cierta manera. Guardo todo en la caja. No tengo ni una idea de lo que haré. Tome la acción de no hacer nada, quizás todo tiene una explicación .


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