– Podría hacerte la misma pregunta – dije y entonces recordé que no hablaba Japones, así que hay que el muchacho solo puedo mirarme con confusión.
Él y yo nos miramos durante unos segundos y seguidamente saque mi móvil, buscando en google traductor como decirle a aquel chiquillo quien era.
– Vale, definitivamente google traductor es una caca – suspire - ¡No quiero decir que soy una estantería!
El joven frente a mi empezó a reír al verme histérica, solté otro suspiro y me levante del suelo, cogiendo mi maleta para irme de allí. Volví a mirar al joven, no podía comprende a que venia aquella cara de pánico. ¿Mr.D había revivido y estaba en modo zombie detrás de mi?
El pequeño de cabello morado señalo mis brazos, mire mis extremidad y, con agotamiento, lo entendí todo, mis heridas se habían abierto otra vez.
Me sentía mareada, muy cansada, mi viste se nublaba y se me dificultaba respirar, parpadee un par de veces y cuando quise darme cuenta me encontraba tirada en el suelo.
El pobre chico estaba asustadisimo al no saber que hacer. Finalmente saco su móvil y llamo a alguien, aquella fue la ultima imagen que llegue a ver, el cansancio pudo conmigo y acabe cerrando los ojos.
[...]
– Ya se despierta – susurro una dulce voz femenina.
– Where am I? (¿Dónde estoy?) – pregunté, un poco adolorida por intentar levantarme.
– Estas en el hospital de ciudad Inazuma – me contesto la voz de Lucí.
Mire con sorpresa a mi derecha y allí estaba mi amiga, mirándome con el ceño fruncido y las manos en las caderas. Sonreí con nerviosismo mientras tragaba saliva.
– Hola Lucí – dije sonriendo forzadamente.
– Si no te estoy abofeteando es por que la enfermera esta aquí – dijo la rubia intentando mantener la calma – Te dije que si pasaba algo tenias que llamarme...– dijo ahora con un tono de decepción.
– No fue culpa mía – me defendí – Si no llega a ser por el niño de cabello morado me habría desangrado en el cementerio...
– Es verdad, ni siquiera le has agradecido – dijo Lucí, suspirando – Te están haciendo algunas pruebas, si todo va bien saldrás a la hora de comer – explicó ella.
– Vale, entonces en cuando salga iré a darle las gracias a aquel chico – dije mientras intentaba acomodarme – Pupa...– susurré al sentir dolor por moverme.
– Intenta descansar un poco, yo iré a reservar habitaciones en un hotel – dijo mi mejor amiga, saliendo de la habitación mientras sacaba su móvil de su bolsillo.
Después de un rato conseguí, mínimamente, distraerme. No tenia sueño así que me pase el reto mirando por la ventana.
– ¿Cuanto tiempo me tendrán aquí? – me pregunte a mi misma.
– No mucho, en una o dos horas podrás irte – dijo la misma voz femenina que había escuchado al despertar, la enfermera se acerco a mi.
– ¿Hablas mi idioma? – pregunté, un poco sorprendida.
– Bueno, solo un poquito – dijo riendo la muchacha de cabello lila – Soy Camelia.
– Alexandra – me presenté.
– Paredes una enfermedad muy peculiar, Alexandra...– dijo la enfermera mientras me miraba.
– No me lo recuerdes – suspire.
– Ahora, lo mejor, seria que durmieses un poco – aconsejo la mujer mientras se levantaba.
Di un asentimiento con la cabeza y cerré los ojos, en aquellos momentos no tenia demasiado sueño pero era mejor que mirar por la ventana.
[...]
– Con cuidado – dijo Lucí mientras me cogía de la mano, ayudándome a bajar las escaleras de la salida.
– Lucí, estoy bien – suspire.
– La enfermera dijo que quizás se te abrirían otra vez las heridas de las piernas si no tenias cuidado – me recordó, mirando hacia todos lados.
– ¿A que esperas? Vamos, tengo que darle las gracias a un niño – dije.
– Calma, ahora vendrá la persona a la que esperamos – me contesto ella.
Suspire confundida, sabia que Lucí conocía a muchas personas así que supongo que tendré que hacerle caso y esperar.
– Por allí viene – dijo mi amiga, señalando al frente.
Parpadee varias veces, un poco sorprendida, era el mismo hombre que me había ayudado en el hotel.
– ¿Conoces al tipo de rastas? – le pregunte a Lucí.
– Claro, es mi prometido

ESTÁS LEYENDO
Estaré a tu altura Paolo Bianchi ♠Segunda Temporada♠
FanfictionHan pasado ya diez largos años desde que el equipo japones gano el FFI. Alexadra, ahora con veintidós años decide ir a Japón a visitar la tumba de su ex-entrenador, para honrar su memoria, lo que esta señorita no sabia era que alguien más tuvo la mi...