Había una vez, en un lejano reino de Japón, festejaban el natalicio de la princesa Mei Hayashi, hija de los reyes Anna Tsuchiya y Yoshiki. Es amenazada de muerte cuando cumpla los 20, y sus hados madrinos harán lo posible para alejar a Tsuzuku, el m...
Todo resultó desastroso y mal hecho; el pastel de Kai estaba mal decorado, y aparte, se derretía.
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—Listo, ya quedó —dijo Kai mientras limpiaba con un trapo lo que escurría del pastel —¿Cómo me quedó?—
Uruha volteó a ver y fingió que le quedó bien cuando en realidad estaba del asco.
—Emmm, s-sí jaja, es un pastel muy asque... digo, muy original —decía Uruha cuando el collar que fabricó estaba demasiado simple.
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—¿Verdad que sí? —dijo Kai, hasta que se percató de que su pastel ya se estaba desparramando.
—¡Ay! Bueno, quedará mucho mejor cuando lo meta al horno —dice enderezando el pastel.
—¿Y tú qué piensas del vestido? —dijo Aoi, lamentablemente el vestido estaba peor.
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—Este.... No se parece al del catálogo —decía Kai.
Reita se sentía idiota (según él) con el vestido, hasta que se enfureció y le gritó a los 3.
—¡CLARO QUE NO SE PARECE AL DEL CATÁLOGO! Mizaki se decepcionará si ve que le estamos regalando ésta... porquería. Iré por los guantes ¡No tenemos otra alternativa! —Reita se quitó las telas de encima y empezó a subir las escaleras.
