"Para Alcanzar Un Sueño"

El Trato

En la escuela de magia Fánju, una de las más prestigiadas del oriente, una chica de cortos cabellos castaños demostraba sus habilidades.

-¡Viento!- gritó Sakura invocando a la carta, para destruir a la bestia creada por los jueces selectores de la escuela, entre los que se encontraban la directora Shina Matsu y los lideres de los 3 clanes más importantes de China; Ieran Li, Xao Ying y Sheng Hu. En ese momento la carta hace un torbellino logrando derrotar a la bestia.

-muy bien señorita Kinomoto- dijo la directora de la escuela, mientras la niña convertía su báculo en una llave que se la puso en el cuello –nosotros iremos a ver su puntaje, mientras, usted puede leerse las normas de la escuela

-si- dijo Sakura, mientras las 4 personas se dirigían a un salón continuo.

La muchacha se puso a leer el libro de las normas, pero cuando leyó a la sección de costos, todas sus esperanzas de permanecer a Fánju se vieron arruinadas.

10 minutos más tarde entraban de nuevo los jueces selectores –disculpen- dijo la joven antes de que hablara la directora para darle su puntaje –pero creo que no podré entrar a la escuela, debido a problemas económicos. Lamento haberles hecho perder el tiempo- Sakura se retiró silenciosamente del lugar haciendo una reverencia y no se detuvo hasta llegar a las afueras del edificio, donde comenzó a sollozar mientras se sentaba en las escaleras de la entrada.

-Sakurita…- dijo preocupado un pequeño peluche amarillo que asomaba su cabezita por la mochila de la chica -¿qué ocurrió? ¿Es que no te aceptaron?-

-no, no es eso, resulta que es muy caro, y aunque mi hermano y yo trabajemos, jamás lograremos pagarlo

-Pero, Sakurita… no te pongas así - pidió Kero al ver que la muchacha se ponía a llorar más fuerte.

-Es que Kero, con esto estoy defraudando el sueño de mi padre y mío, ya no podré ser una gran hechicera como mamá - alegó Sakura.

-Pero Saku, deben haber más maneras para lograr ese sueño- dijo el guardián.

-Pero- Sakura iba a seguir alegando, pero alguien la interrumpió.

-¿Kinomoto Sakura?- preguntó una voz detrás de ella. La chica se dio vuelta encontrándole con la señora Li, mientras Kero se escondía nuevamente en la mochila.

-soy, soy yo- dijo Sakura limpiándose las lágrimas y poniéndose de pie.

-dime, ¿en verdad quieres entrar a Fánju?- preguntó la señora.

Sakura la miró unos momentos perpleja por aquella extraña pregunta, luego de unos segundos asiente con la cabeza –daría lo que fuera por entrar allí- contestó.

-¿segura?- volvió a preguntar Ieran.

-eso, eso creo- dijo Sakura algo nerviosa.

-bien, entonces yo te pagaré los estudios y tu estadía aquí en China- Sakura abrió los ojos sorprendida –pero a cambio- continuó –tú harás algo por mí-

-que ¿qué cosa?- preguntó la pequeña Kinomoto

–te lo diré cuando lleguemos a mi casa, donde vivirás desde ahora-

-pero… yo- trató de decir la chica.

-nada de peros, dijiste que harías cualquier cosa ¿no? Pues ahora yo te estoy dando la posibilidad de que entres a Fánju por un pequeño favor que sabrás después- guardó silencio un momento mientras Sakura bajaba la mirada –ahora dime, donde está tu equipaje-

-en, en la recepción de la escuela- contestó Sakura.

-bien. Uno de mis sirvientes irá por él, ahora te llevaré a tu nuevo hogar- Ieran guió a Sakura hasta un lujoso auto al cual se subieron.