"Para Alcanzar Un Sueño"

"Llamada, Clases y Celos"

Sakura se movía de un lado para otro en su cama tratando de encontrar la posición perfecta para continuar con su sueño, pero había un ruidito molesto que no la dejaba hacerlo y no fue hasta que Kero le dio con la almohada que se dio cuenta de que aquel ruido era el teléfono que había mandado a instalar la señora Ieran hace un par de días.

Con flojera la castaña se sentó en la cama, miró el reloj que indicaban que eran algo mas de las cuatro y media de la mañana y luego observó el aparato que llevaba sonando más de cinco minutos, como sin con eso se fuera a apagar.

-contesta ya Sakura- pidió Kero acomodándose en la cama para seguir durmiendo.

-si, si, ya voy- respondió ella tomando el auricular y llevándolo a su oído -¿aló?- dijo con flojera.

-¡SAKURA KINOMOTO!- gritó una dulce voz desde el otro lado del teléfono, dejando casi sorda a la pobre muchacha -¡no puedo creer lo desconsiderada que eres! Hace más de una semana que te fuiste y no hemos recibido más noticia de ti que la carta que le enviaste a Toya-

-To, Tomoyo- contestó Kinomoto al recuperarse de la impresión que le habían causado los retos de su mejor amiga –discúlpame, en serio, es que han pasado tantas cosas que se me ha ido de la cabeza llamarlos-

-¡pero Sakura!- alegó Daiduiji – ¿qué puede ser tan importante coma para que te olvides de llamar a tu pobre amiguita?-

-¿esta Toya contigo?- le preguntó Sakura antes de contestarle.

-¡claro que no! Solo mira la hora que es-

-um, si tienes razón- rió la castaña por su despiste –pues, bueno, veras, lo que ocurre, es que... estoy comprometida

-¡¿QUÉ ESTAS QUÈ!?- exclamó la joven residente en Japón, tan fuerte que Sakura podía jurar que la habían escuchado en toda la mansión.

-Tomoyo, por favor, o grites- le pidió la card captor recuperándose del impacto del grito.

-disculpa Sakura- dijo Tomoyo bajando la voz –pero es que me has sorprendido, cuando te dejamos en el aeropuerto no tenías ni planes de comenzar a salir con alguien

-es que veras Tommy, las cosas no son tan así

-¿a no?-

-no- Sakura suspiró –la verdad es que este compromiso es para poder costearme mis estudios-

-¡pero como¿No te habían dado una beca?- cuestiono la vivolacea.

-eso era solo una mentira para Toya –explicó la ojiverde –la verdad es que el costo por estudiar en Fanju era demasiado alto y no podía permitir que Toya los costeara, además de que todas las becas ya estaban dadas, entonces se me ofreció la oportunidad de que me pagaran todos los gastos aquí en China, solo con una condición…-

-comprometiéndote- completó Tomoyo, por lo que su amiga asintió –pero Sakura, no entiendo por que no me pediste ayuda a mí…-

-es que este es mi sueño Tommy, y quiero ser yo quien se sacrifique por lograrlo-

-pero si sabes que para mi nunca va a ser un sacrificio ayudarte-

-pero esto ya está hecho Tomoyo, pero no te preocupes, que si siento que esto no da para más recurriré a tu ayuda- prometió.

-está bien- se oyó un suspiro departe de la hija de Sonomi

-además- agregó Sakura –no creo que Shaoran sea tan malo, si descontamos claro que es un terco, mal educado, orgulloso…-

-¿guapo?-