La batalla

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-yo me di cuenta de que me enamoré de ti- escuchó Tomoyo como le decía el de ojos azules mientras la miraba tiernamente, quedando sumamente sorprendida.

-Eriol yo…- quiso hablar ella.

-ya lo sé Tomoyo- la interrumpió Eriol –tu corazón está ocupado por otro, pero necesitaba decírtelo- dijo mirando el piso.

-Pero Eriol…-

-No, no tienes que decirme nada Tom…- intentó frenarla el chico, pero antes de terminar la frase pudo sentir los labios de la joven sobre los suyos, quedando completamente sorprendido, por lo que no alcanzó a responderle cuando ella la se había separado –qué ¿qué fue eso Tomoyo?- preguntó aun atónito.

-tenía que encontrar alguna forma de callarte- contestó ella encogiéndose de hombros -¿crees que podré hablar ahora?-

-cla, claro- contestó él algo decepcionado, soltándola al fin de la cintura.

-bueno, verás. Mi corazón no está ocupado por otro como piensas- dijo suavemente acariciándole la mejilla –y además, me alegra que te hallas decidido a contarme, así no cometemos el mismo error que nuestros primos- sonrió, aunque algo había en su mirada, que Eriol supo que no estaba completamente feliz.

-¿entonces cual es el problema Tomoyo?- le preguntó llevándose la mano de ella a su boca y besándola suavemente.

-Eriol, vivo en Japón y tú en China- contestó la muchacha mirándolo dulcemente –no creo que sea posible mantener algo a distancia-

-pero Tomoyo… si nosotros queremos, sé que podremos tener algo de todos modos, a pesar de la distancia –dijo él con la esperanza de convencerla, pero ella solo se limitó a negar con la cabeza –pero entonces… ¿qué quieres que haga con este amor que siento por ti Tommy?- preguntó desconsolado.

-vivamos el momento- le susurró ella dándole un corto beso en los labios –aprovechemos al máximo este tiempo que estaremos juntos y en unos años más, si aun seguimos sintiendo lo mismo, intentamos algo serio- propuso.

-Tomoyo- susurró ahora él –esto no me parece lo mejor, pero si eso te hace sentir más segura, está bien- aceptó para acorralarla con sus brazos y besarla tiernamente en los labios.

-gracias Eriol- Dijo Tomoyo cuando se separaron –estos días jamás los olvidaré- sonrió –Te amo-

-yo también Tomoyo- respondió él volviendo a besarla –ven, te invito a un helado- le dijo él tomándola de la mano y llevándola al local que estaba por allí, sin imaginar en los problemas que estaban sus primos.

O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O

Ya llevaba corriendo varios minutos siendo guiado por el sonido de la batalla cuando vio aparecer por sobre unos árboles cercanos una luz rosácea que reconoció como la magia de Sakura. Corriendo inmediatamente pudo divisar minutos después, en el claro de un bosque, una escena que no le gustó para nada; Allí estaba Sakura tirada en el piso bastante débil, siendo amenazada por Kai, que mantenía su báculo junto al cuello de ella.

-hay una forma que si la puedo obtener y es matándote- escuchó que decía él mientras comenzaba a reunir toda la energía que le fuera posible en la esfera negra, Un ataque como ese la mataría al instante.

No, eso no pasaría, el no permitiría que le pasara algo a su Sakura, así que rápidamente invocó a su espada –Dios del viento- dijo enviando una ráfaga de viento a su enemigo, que lo obligó a retroceder unos cuantos pasos mientras él aparecía en escena.

-así que el caballero de brillante armadura apareció al fin- se burló el hombre preparándose para atacar a aquel nuevo contrincante.

-Shaoran- susurró la castaña parándose débilmente, mirando sorprendida al muchacho que llegó en su ayuda –que ¿qué haces aquí?-

"Para Alcanzar Un Sueño"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora