"Para Alcanzar Un Sueño"

"Enfrentando problemas"

En la biblioteca de la mansión Hiragizawa, una tenue luz era lo único que alumbraba la lectura del joven ojiazul, que estaba recostado en un sillón doble, aunque verdaderamente, solo tenía los ojos posados en el libro, pero no leía, ya que su mente divagaba sin cesar entre las 2 muchachas que se estaban alojando en su casa. La primera, era la joven hechicera y aquel impulso que la obligo a abandonar la seguridad de la familia Li, y lo peor de todo era que aquel impulso había nacido producto de suposiciones incorrectas. La segunda muchacha que ocupaba espacio en su mente, era Tomoyo Daidouji, sentía que algo se traía entre manos esa chica, ya no era la misma chica con la que solía charlar años atrás en Japón, cierto, ahora estaba más grande, más desarrollada, madura y todo eso, pero había algo más, algo en su mirada había cambiado, pero eso aun no podía deducir que era, y eso, lo preocupaba…

-¿Eriol estas aquí?- escuchó de pronto la voz de la de ojos amatistas, que asomaba la cabeza por la puerta.

-así es Tomoyo, pasa- la invitó él, dejando a un lado el libro y sentándose bien para dejarle espacio en el sofá -¿qué ocurre?-

-me es imposible convencer a Sakura para que le confiese todo a Li –suspiró la chica sentándose junto a él con sus ojos cerrados. Nuevamente el tema de la pareja de castaños, últimamente era de lo único que hablaban, y no sabía por qué, pero eso le molestaba.

-bueno, estamos en líos entonces, ya que Shaoran tampoco piensa decirle nada- dijo el chico limpiando sus gafas –si Shaoran no hubiera tenido tanto orgullo y le hubiera dicho a Sakura todo antes, no tendríamos ahora este problema-

-bueno, por una parte puedo entender perfectamente a Li- comentó la muchacha acomodándose mejor para poder observar a Eriol que también la miraba atentamente esperando que continuase –Yo tampoco podría confesarle mis sentimientos a quién amo si con eso corro el riesgo de perder su amistad-

-pero, si le dices, puede que esta persona te corresponda, como fue el caso de Shaoran y Sakura- opinó.

-no lo creo, mi caso es diferente-

-¿Estas enamorada Tomoyo?- preguntó él fingiendo indiferencia, pero la verdad algo había provocado en él la noticia de que el corazón de Tomoyo tenía dueño.

-bueno- Tomoyo miró hacia otro lado sonrojada –Todo en mi, indica que si-

-¿y quién es el afortunado?- inquirió él sin dejar de mirarla, pero ella lo esquivaba.

-eso no importa Eriol, de todos modos se que jamás se fijará en mí- suspiró ella resignada, pero sin mirarlo ni un segundo.

-Pero yo quiero saberlo- insistió él tomándola delicadamente de la barbilla y obligándole a observarle.

-Eriol, en serio, déjalo ya- pidió ella tratando de apartarse, pero fue inútil, ya que el de pelo negro-azulado con la mano que tenía libre la tomó de la cintura, apretándola contra él.

-Tomoyo, yo NECESITO saber quién es- le susurró rozando sus labios, provocando la sorpresa de la japonesa que se encontraba bastante nerviosa. Él no entendía muy bien que era lo que lo impulsaba a hacer lo que hacia, pero antes de que se diera cuenta, ya se encontraba besando apasionadamente a una atónita Tomoyo.

Ella no lo podía creer ¿Era Eriol Hiragizawa quién la estaba besando tan apasionadamente¡Y ella le correspondía! Esperen… aquello que se estaba haciendo paso por su boca… ¿¡Era su lengua!? Cielos¡Esto no podía ser real¡Era demasiado bueno para ser real! La muchacha cuidadosamente y si que él lo notara llevó una de sus manos al brazo contrario, y cual fue su sorpresa al sentir el dolor de aquel peñisco que se había dado. Todo era real ¡Eriol la estaba besando! Pero, él no sentía nada por ella ¿Entonces por qué lo hacía?