6-¿Dónde estoy?

56 7 2
                                    

Narra Sam:

Desperté sobre algo, no sabía muy bien lo que era hasta que abrí los ojos y me encontré con Scott. Espera ¿QUÉ? miré rápidamente a ver si llevabamos ropa puesta y cuando descubrí que así era, me relajé, pero no por completo. ¿Dónde demonios estaba y que hacía tumbada en la misma cama con ese estúpido arrogante?. Lo último que recuerdo de anoche es que Scott pegase a ese chico y mi pequeña discusión con la zorra de Sophia. Lo demás se torna borroso y recuerdo algo de estar sentada en un banco con Scott, pero no me acuerdo de nada más.
Miré a Scott, que seguía durmiendo plácidamente, y se me ocurrió algo realmente gracioso. ¿Porqué no hacer que tuviese un despertar especial?. Acto seguido me subí encima de su abdomen de un saltó y comencé a hacerle cosquillas con la intención de que se asustase. Scott abrió los ojos repentinamente y empezó a reír.

-Ba-basta y-ya Sam.-Dijo entre risas, pero notaba cierto cabreo. Su risa era realmente sexy, para que mentir.

Bajé de encima suya y me senté como un indio en el lado libre de la cama. Scott se recostó mirándome y hasta ahora no me había dado cuenta de que sus ojos eran muy bonitos. Centrate Sam.

-No me gusta que me despierten así.-Dijo serio.

-Te has reido.-Contraataqué burlona. Me gustaba picarle, era divertido.

-Me estabas haciendo cosquillas Sam, ¿qué esperabas, qué llorase?.-Reí ante eso porque tenía razón, pero el mantenía su postura seria.

-Ay que aburrido eres, ¿me vas a decir ya que hago en tu casa?.-Dije esperando una respuesta.

-¿Lo has preguntado acaso?.-Me estaba empezando a sacar de mis casillas.

-Contestame ya, Scott. ¿Qué mierda hago en tu casa?.-Pregunté ya cabreada.

-Ehh relajate fiera. Anoche, mientras hablabas con Matt,-No se porque dijo esto último con tono cabreado.-un tipo se sentó a tu lado y echó droga en tu vaso. No me dio tiempo a avisarte, porque bebiste muy rápido. Por eso anoche te encontrabas tan mal y me pediste que no llamase a tu primo, así que te traje a mi casa.-Mierda, mi primo. Mamá estaría atacada de los nervios por no aparecer por casa y mi primo estaría igual.

-Espera, ¿no sabe mi primo donde estoy?.-Dije notablemente preocupada.-Eres idiota, ¿cómo me haces caso estando en ese estado?.

-Deja ya de insultarme, me estoy controlando mucho contigo, así que para.-Dijo empezando a cabrearse.

-Te insultaré si me da la gana, a mi no me das miedo. Puede que todo el instituto te respete por ser alguien "peligroso",-Hice comillas con mis dedos.-pero para mi, no eres nadie, ¿entiendes?.

-¿No soy nadie? debí haber dejado que ese tipo hiciese contigo lo que le diese la gana. Así, no sería nadie.-No me puedo creer que acabé de decir eso.

-Sí, tal vez debiste dejar que ese tipo hiciese lo que quiesiese conmigo. Tal vez así estarías más feliz.-Escupí cada palabra llena de furia.

-Lo siento, no debí haber dicho eso. Por tu primo no te preocupes. Le mandé un mensaje diciendo que estabas mala y que te quedarías a dormir en mi casa. Después de advertirme mil veces que si te tocaba un pelo, moriría, llamó a tu madre y le dijo que ibas a dormir en casa de Anne, así que no hay problema.-Dijo con el tono de voz apagado después de mis palabras. No entendía a este chico.

-Llevame a mi casa.-Pedí aún enfadada. Él se levantó de la cama y salió del cuarto metiéndose en la puerta que había enfrente de este. Supongo que ese debía ser el baño. Salió de él y empezó a cambiarse la camiseta delante de mi. ¿De que va? no le entiendo.

Sometimes I hate youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora