5-Fiesta

77 7 3
                                    

*Matt en multimedia*

Ian aparcó en frente de un chalet muy grande y bonito. De el salieron Matt y Scott y se montaron en el coche. Para mi mala suerte, Scott se sentó a mi lado y me miró rápidamente con indiferencia. Llevaba una camisa blanca y unos jeans azules oscuros, estaba realmente sexy, espera ¿qué? no no, yo no he pensado eso. Samantha Adams centrate de una vez. Él no es para mi, bueno, de todos modos no se fijaría en alguien como yo, así que no debo preocuparme, o eso creo.

Empecé a escuchar música y cuando salí del pequeño trance en el que entré cuando vi a ese idiota, vi todo un caos.
La fiesta ya había comenzado y la bastante gente ya estaba borracha a pesar de que la noche acababa de empezar.
La casa era muy grande, típica de pijos, como el chalet del que salieron Matt y el estúpido sexy de Scott. Le odiaba pero cualquiera que tuviese ojos en la cara debería admitir que es muy guapo y los tatuajes le quedan muy bien.
Ian frenó de repente y del susto me agarré a lo más próximo que tenía en ese momento, el brazo de Scott. Nos miramos por un momento y le solté rápidamente avergonzada.

-Perdon, frené muy brusco-Dijo Ian. Le fulminé con la mirada.

-No me había dado cuenta.-Dije con ironía.-Ve con más cuidado Ian.

-Lo siento enana. Venga vamos, no quiero perderme nada. A todo esto, Sam, no te alejes mucho de nosotros.-Miré de nuevo a mi primo que ya empezaba a cabrearme.

-Tranquilo, no le quitaremos el ojo de encima, ¿verdad, Scott?-Dijo Matt y de repente miré a mi derecha, donde se encontraba Scott, para ver que decía.

-Sí bueno, lo que digais.-Dijo y acto seguido abrió la puerta y salió del coche. No necesitaba que me vigilase nadie y mucho menos ese imbecil.

Ann me miró con una mueca extraña por la reacción que había tenido Scott y se la devolví. Me cogió rápidamente de la mano y salimos del coche para entrar en la enorme casa. Parecía muy emocionada y de cierto modo me contagió su emoción.

-Lo vamos a pasar genial, ya verás, hay muchos chicos guapos por aquí. Bueno y chicas también.-Dijo Ann y me guiñó un ojo. No había entendido nada.

-Eh, ¿a que te refieres Ann?-Dije y esta comenzó a reir.

-Nada, no importa, ya hablaremos de esto. Por cierto, Matt no para de mirarte, ve a ver que quiere.-Dijo y levantó las cejas repetidas veces.

-Ni de broma, ¿estás loca o que?-Dije y ella soltó una sonora carcajada llamando la atención de la gente que se encontraba a nuestro alrededor, pero pareció no importarle ya que ignoró a todos y levantó la vista por detrás de mi hombro.

-Bueno, al parecer no hace falta que vayas tú, ya se acerca él solito. Nos vemos luego, amiga.-Ann se fue corriendo de mi lado y me puse nerviosa.

-No, Ann !espera!... Dios, la voy a matar.

-¿A quién vas a matar? lo digo por echarte un cable, ya sabes.-Escuché su voz detrás y maldije a Ann inumerables veces por haberme dejado sola.

-Ah, hola Matt, me asustaste. No tengo que matar a nadie, tranquilo.-Solté una risa nerviosa y miré a mi alrededor. Toda la gente miraba disimulada mente y cuchicheaba. Dios odio ser el centro de atención y más cuando la gente habla mal. Desde lo que me pasó con Jake en mi antiguo instituto me gusta pasar desapercibida.

-Bueno, me quedo mas agusto en ese caso. ¿Quieres tomar algo?-Dijo con una sonrisa amable.

-¿Te has dado cuenta de que todo el mundo nos está mirando?-Le pregunté haciendo caso omiso a lo que me estaba diciendo. Matt sonrió de medio lado y se veía bastante guapo en esa faceta en la que no pretendía asustar.

Sometimes I hate youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora