Amigo - Melendi y Malú [Completa]

Capítulo 49

Capítulo · 49

Narra Damaris

Dama: ¿Cuanto falta?

Jopi: Unos 20 minutos o así.

Dama: Ah vale. Una cosa.

Jopi: Dime.

Dama: ¿Cómo es Melendi?

Jopi: Ah, pues es... divertido, cariñoso, está un poco loco.

Me refería físicamente, aunque me gusta mucho saber que es así.

Dama: Ah, que bien.

Jopi: ¿Por qué lo dices?

Dama: Porque me dijo por Whatsapp que tiene una vida un poco difícil, con otras palabras.

Jopi: Realmente si, el pobre.

Dama: Cuéntame.

Jopi: No sé si debería.

Dama: Yo no cuento nada. Le iba a preguntar de todas formas.

Jopi: Bueno pues... ha tenido problemas con el alcohol y más cosas. Ahora se lo está dejando, creo. Desde que está con Malú... ha cambiado.

Dama: ¿Está saliendo con Malú?

Jopi: No, solo son muy buenos amigos o eso creo.

Dama: Ah y... ¿tiene pareja?

Jopi: Tenía...

Dama: ¿Quién era?

Jopi: Una chica llamada Míriam. Tuvieron una hija juntos y ella la engañó a tal punto de denunciarlo.

Dama: ¿Y qué pasó?

Jopi: Estuvo una noche encarcelado para ir al juzgado al día siguiente. Aunque la muy zorra, con perdón de la palabra, estalló al ver a Malú y Melendi muy cariñosos.

Dama: Pero... ¿no eran tan solo amigos?

Jopi: Ya. Yo creo que fue estrategia. Y por eso mismo no hizo falta hacer el juzgado. Firmaron unos papeles y se fueron.

Dama: Que fuerte.

Jopi: Ni que lo digas. Ya hemos llegado. Ese es Melendi -señaló a un chico muy alto que se dirigía a nosotros.

Salimos del coche y él me saludo dándome dos besos y un abrazo.

Pensé: Qué alto, que mono, que esas rastas... Que tatuajes.

Lo miré de arriba a abajo inconscientemente y ambos se dieron cuenta.

Jopi: ¿Qué? ¿Está bueno eh?

Melen: ¡Cállate Jopi! -le dio un pequeño golpe.

Jopi: Os dejo solos. -se fue.

Melendi miró hacía arriba respeto a su comentario.

Dama: Antes te miré porque... eres muy alto.

Melendi: Ah, ya... -estalló a reír.

Dama: Bueno... y más cosas...

¿Qué he dicho? -pensé.

Melendi: ¿Quieres que te ayude con las maletas?

Dama: Si, por favor.

Melendi: Vamos. -abrió el coche y nos quedamos observando las miles de maletas.- ¡Ay va!

Dama: Esto... llevo mucho equipaje.

Melendi: Ni que lo digas -soltó un montón de aire.

Dama: ¿Cómo se llama el último disco?

Melendi: Mientras no cueste trabajo... -estallamos a reír.

Dama: Pues va a costar.

Melendi: Ya. Manos a la obra.

Dama: Pesan mucho.

Melendi cogió cuatro de un golpe y empezó a caminar como si fueran algodones de azúcar.

Dama: Aunque para ti supongo que no. -añadí cogiendo dos más.

Llegamos y me dirigió al piso de arriba.

Escaleras... lo que faltaba -pensé.

Entramos en una habitación y las soltó en la cama. Yo no las podía subir, estaba demasiado cansada.

Melendi: Ya te ayudo yo tranquila. -las cogió como si nada y las puso encima de las otras.

Dama: Gracias. ¿Te puedo hacer una pregunta seria?

Melendi: Dime.

Dama: Tu... ¿qué comes?

Estallamos a reír.

Melendi: Lo que cocino... supongo.

Dama: Oye, el otro día leí que te salía muy bien el pescao' al horno.

Melendi: Si, es mi plato.

Dama: Pues me tendrás que enseñar como se hace porqué a mi se me quemó.

Melendi: ¿Se te quemó? -riéndose.

Dama: Oye no te rías. -dándole un codazo.

Melendi: Perdón. Pues si quieres que te enseñe va a ser con una condición.

Dama: ¿Qué condición?