Sugar_Daddy.com [Yoonseok]

10

Las orquídeas blancas, resaltaban el rostro se Yoongi frente al espejo. Su traje color blanco, lo hacía ver más pálido de lo que era, y apesar de que él quería usar un traje color negro, accedió al pedido de Hoseok cuando le insistió en usar color blanco.

En su bolsillo del saco colgaba el pequeño ramo de flores.

Yoongi se aflojó un poco la corbata, sintiéndose raro e incómodo.

– No toques tu corbata, me costó trabajo acomodarla –. Murmuró Jungkook, golpeando la mano de Yoongi en cuanto se posó en la corbata.

– Está muy justa –. Respondió, arrugando la nariz. Sentía el sudor de su espalda colarse por su blanca camisa debajo del saco. – Hace calor, ¿o es mi imaginación? –.

Jungkook levantó la vista del pequeño ramo que sostenía en sus manos. No era común que los padrinos de boda llevarán ramos de flores, pero el planeador de bodas, Kim Seokjin, insistió en que era necesario.

– Es tu imaginación hyung, ¿quieres que encienda el ventilador? –. Apenas lo sugirió, Yoongi asintió. Jungkook suspiró, pero hizo lo prometido.

Jungkook sabía que Yoongi estaba nervioso. Después de varios años como compañeros de habitación, pudo adivinar los pensamientos del mayor sin tener que preguntarle. Y ahora estaba convencido de que el mayor estaba nervioso.

– Tranquilo, incluso antes de esto, Hoseok hyung y tú ya eran como una pareja de casados –. Mencionó Jungkook, volviendo a jugar con el pequeño ramo de flores. Era adorable como un pequeño ramo pudiera ser tan perfecto y tener tantos detalles.

– Cállate mocoso –. Murmuró Yoongi.

La puerta se abrió, mostrando a un chico alto con un traje negro. Tenía el cabello rubio y peinado hacia atrás de una forma rebelde pero formal. Yoongi lo reconoció como Namjoon, actual pareja de su organizador de bodas Seokjin.

– Ya es hora –. Anunció Namjoon, con una sonrisa tranquilizadora.

Yoongi abrió los ojos en sorpresa. Suspiró y se levantó.

– Es hora –.

*********

– Hyung, quédate quieto, arruinaras mi gran trabajo –. Se quejó Kim Taehyung con un puchero en sus labios, acomodando la corbata del contrario por décima vez en la última hora.

– Estoy nervioso Taehyungie –. Murmuró, jugando con sus manos, en un intento de no arruinar su vestimenta. Su traje color gris, lo hacía ver más delgado de lo que era, y contrastaba con su piel. Taehyung había insistido en que ése era su color.

– Es obvio hyung, te vas a casar –. Sonrió Taehyung, terminando de acomodar la corbata y tomando asiento a un lado de su jefe.

Era cierto que, apesar de que Taehyung era el secretario de Hoseok, ambos tenían una relación muy unida. Como los mejores amigos.

El espejo frente a Hoseok lo mostraba como una persona verdaderamente diferente a lo que veía en sí mismo. Se veía atractivo, seguro, y capaz.

Hoseok se preguntaba si eso era lo que veía Yoongi en él cada día.

– Es hora –. Anunció Seokjin, entrando sin ningún aviso al cuarto. Hoseok y Taehyung lo miraron con sorpresa y miedo. – Oh, lo siento –. Murmuró Jin, sonriendo ligeramente avergonzado.

Taehyung asintió, y colocó su mano en el hombro de Hoseok.

– Es hora, hyung –.

********

El largo pasillo mostraba a los invitados girando su cabeza para ver al novio, caminando lentamente en el pasillo, con su brazo entrelazado con el de su padre.

Yoongi podía ver a Hoseok sonriendo a final del pasillo.

No era una sonrisa como la que tenía siempre. No era una sonrisa que le daba a las personas para que creyeran que era feliz. No era una sonrisa como la que hacía cuando estaba avergonzado, o cuando trataba esconder algo. Era una sonrisa diferente.

Era una sonrisa que le dedicaba a Yoongi y sólo a Yoongi.

Una sonrisa llena de amor, cariño y ternura.

Hoseok miraba a Yoongi con los ojos cristalinos, admirando la perfección del menor. Admirando su rostro sonriente y sus ojos fijándose justamente en él. En él y sólo él.

Una vez que ambos estuvieron frente al hombre que los uniría como una pareja, Yoongi tuvo que resistir las ganas de besar a Hoseok justo en ese momento.

Las palabras del sacerdote, flotaron rápidamente en el aire. Ambos estaban uno al lado del otro, y aunque no se estaban tocando, podían comprenderse.

Hoseok sabía que su padre lo observaba de mala gana entre los invitados. Meses antes habían tenido una gran pelea cuándo le habló sobre la boda, pero sin importar lo que decía su padre, él efectuaría ese evento sin importar lo que su padre dijera.

Unas semanas pasaron sin contacto, pero finalmente su padre se disculpó, y aseguró que asistiría en la ceremonia.

Hoseok estaba conforme con eso. Apesar, de que le gustaría que su padre lo hubiera apoyado como los padres de Yoongi al menor. Pero sabía que contar con la presencia de su padre en ese momento, era suficiente.

– Me gustaría decir unas palabras –. Anunció Hoseok, antes de que el hombre los anunciará como una pareja recién casada oficialmente.

El hombre asintió con una pequeña sonrisa, y le indicó que siguiera.

– Hace unos años, yo entré a una página web llamada "Sugar daddy", buscando un amigo –. Yoongi se sonrojó. – Nunca esperé encontrar al amor de mi vida… –.

Las lágrimas en los ojos de Yoongi comenzaron a salir, y una sonrisa apareció en su rostro.

– El día en que empezó nuestra relación oficialmente, yo te dije algo… –. Hoseok sonrió. – Te dije "éste es nuestro futuro", y lo digo en serio Yoongi, tú eres mi futuro. Te amo Yoongi, con toda mi alma, y aunque odies que te llame de esta manera, eres un ángel para mí… mi vida te pertenece ahora –.

– Gracias Hobi… mi vida también te pertenece ahora –. Murmuró Yoongi, antes de unir sus labios en un beso que juntó sus vidas para siempre.

Los invitados aplaudieron, y aunque era un sonido fuerte, Hoseok y Yoongi apenas se percataron de eso.

Yoongi pasó sus brazos por el cuello de Hoseok, juntando más sus rostros. Hoseok podía sentir las lágrimas de Yoongi en su rostro.

Era cierto.

Ambos eran diferentes. Pero de alguna manera, su amor era lo que los hacía tan similares.