Caminó hacia dos personas de cursos superiores y ambos asintieron.
Cuando ya habían desaparecido los postres también, Dumbledore se puso en pie de nuevo.
-Ejem... sólo unas pocas palabras más, ahora que todos hemos comido y bebido. Tengo algunos anuncios que haceros para el comienzo del año. Los de primer año debéis tener en cuenta que los bosques del área del castillo están prohibidos para todos los alumnos. Y determinados alumnos veteranos también deberán recordarlo. El señor Flich, el celador, me ha pedido que os recuerde que no debéis hacer magia en los recreos ni en los pasillos. Las pruebas de quidditch tendrán lugar en la segunda semana del curso. Los que estén interesados en jugar para los equipos de sus casas, deben ponerse en contacto con la señora Hooch. Y por último, quiero deciros que este año el pasillo del lado derecho del tercer piso está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseen una muerte muy dolorosa.-habló Dumbledore.
-¿Y se supone que Hogwarts es el lugar más seguro en el que podríamos estas?- me preguntó Draco.
-¡Y ahora, antes de ir a acostarnos, cantemos la canción del colegio!- exclamó Dumbledore interrumpiendo a lo que sería mi respuesta a Draco.
Dumbledore agitó su varita, haciendo que una larga tira dorada apareciera sobre las mesas y se transformará en palabras.
-¡Que cada uno elija su melodía favorita!-continuó Dumbledore-¡Y allá vamos!
Todo el colegio comenzó a cantar:
Hogwarts, Hogwarts, Hogwarts, enséñanos algo, por favor.-Draco y yo nos miramos asustados.- Bien seamos viejos y calvos o jóvenes con rodillas sucias, nuestras mentes pueden ser llenadas con algunas materias interesantes.-en este momento, Draco y yo ya nos encontrábamos suplicando que parasen de cantar. Nuestros oídos lo agradecerían.-Porque ahora están vacías y llenas de aire, pulgas muertas y un poco de pelusa. Así que enséñanos cosas que valga la pena saber, haz que recordemos lo que olvidamos, hazlo lo mejor que puedas, nosotros haremos el resto, y aprenderemos hasta que nuestros cerebros se consuman.
-Creo que ya hemos sufrido demasiado hoy.-le susurré a Draco, que me miró y asintió.
-¡Ah, la música!-siguió Dumbledore hablando-¡Una magia más allá de todo lo que hacemos aquí! Y ahora, es hora de ir a la cama. ¡Salid al trote!
Los de primer año de Slytherin seguimos a los dos prefectos, que resultaron ser las dos personas con las cuales Severus había hablado antes. Los prefectos nos guiaron hacia las mazmorras, y parado frente a un muro de piedra pronunció: Serpent Venimeux.
-¿Serpent Venimeux?-le pregunté al prefecto.
-Sí, serpiente venenosa en francés.-me contestó.-bien, espero que hayáis oído el santo y seña porque de no ser así, no podréis entrar en la sala común. Está de más decir que no podéis decirle a ningún otro alumno que no sea de nuestra casa cuál es nuestra contraseña.-dijo más alto que cuando me contestó. Todos asentimos.
-Posiblemente se me olvide donde decir el santo y seña para que se abra la puerta y me quedaré hablando con la pared hasta que algún otro aparezca y me ayude.-le dije a Draco
-Espero que no le pase eso señorita Wood-contestó el otro prefecto. ¿Cómo se acuerda de "mi apellido"? ¿Tanto llamé la atención?-Bien, chicas arriba a la derecha, chicos arriba a la izquierda. Sus pertenencias se encuentran ya en la habitación de cada alumno. También decir que los chicos no pueden entrar en las habitaciones de las chicas, hay varios hechizos que lo impiden. Aunque las chicas si pueden entrar en la de los chicos. Normas de Hogwarts.
-¿Por qué?-preguntó Theodore Nott
-Se piensa que los chicos son más morbosos que las chicas-confesó el prefecto.
-Eso es una tontería. Si va a pasar algo, da igual en que habitación.-contesté irritada frente a esa idiotez.
-No se refiere a lo que tú piensas, es más bien... ¿Cómo te lo explico?-contestó el Prefecto.
-Por ejemplo, yo podría entrar en tu habitación y quitarte unas bragas.-miré a Draco asustada. No sabía que él pensaba.
-¿Y quién puso esa magnífica regla?-pregunté
-Se cree que Godric Gryffindor y Salazar Slytherin.-Ahora entiendo porque dicen que mi inteligencia sale de la familia de mi madre.
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Kate Wood
FanfictionEn menos de que pudiera abrir y cerrar los ojos, Kate Wood tenía 11 años, y como a cualquier otro mago, su carta de Hogwarts le llegó. En esta historia, Kate se enfrenta a su primer año junto a su mejor amigo, con el que hará amigos, pero sobre todo...