Capitulo 4: Confusiones

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- doctor cómo está Mónica? - victoria pregunta angustiada.
- tranquila señora, su sobrina está fuera de peligro, el cuchillo no perforó ningún órgano, aunque se debe tener mucho cuidado ya que puede surgir una infección, pero si todo sale bien, mañana mismo a primera hora puede salir de la clínica - explica el doctor muy amablemente.
- Ah que descanso, usted no se alcanza a imaginar la impotencia que teníamos - dice Victoria con voz de alivio.
- si doctor, es un gran alivio que mi prima esté bien - dice Daniela igualmente aliviada.
- ok, con su permiso me retiro, debo atender otros pacientes, si quieren pueden ir a visitarla ya aunque aún está sedada.
- ok, muchas gracias doctor hasta pronto - dice Daniela con una gran sonrisa.

Daniela y su madre se dirigen hacia el cuarto en el cual está Mónica, mientras lo hacen victoria intenta llamar a David, ya que no tuvo tiempo de avisarle del accidente de su prima, el celular suena pero David no contesta, victoria insiste de nuevo pero él sigue sin contestar, así que no insiste más y entra a la habitación con Daniela.

Mientras tanto David y Felipe gozan de una buena comida en un lujoso restaurante, lo elegido es un mangar gastronómico que es elogiado en Francia, Felipe ve comer a David, se deleita al mirar aquellos labios rojizos abrirse y cerrarse, definitivamente siente cosas muy bonitas por David, de pronto David para de comer.

- que tanto me mira? - pregunta
- nada, solo te veo comer, me agrada como comes - responde Felipe con una sonrisa.
- eso no es nuevo, básicamente disfrutas de todo lo que hago - David hace un gesto de malicia y sonríe.
- si, básicamente todo, no te lo puedo negar - Felipe acepta y agacha la cabeza.
- bueno, termina rápido, no quiero retrasarme para ir al bar, aún debemos ir a tu casa - David ordena.
- sabe que? Se me ocurrió algo así... De repente emm... Que tal si primero vamos al bar y como dice Ricardo Arjona, después de un par de tequilas veremos que es lo que pasa.
- ok, no es mala idea, creo que si vamos a tu casa no me levantaría de la cama, así que si, vamos.

Felipe sonríe, después de unos diez minutos ya han terminado su comida y cuando Felipe paga la cuenta de sesenta mil pesos, deciden ir al baño a lavarse las manos, una vez allí, ambos se lavan y antes de salir Felipe desea orinar, así que le dice a David y este espera recostado en la pared quedando justo en frente de Felipe.

Con malicia y despacio, ese moreno de cabello hasta los hombros, sonrisa de dientes blancos y perfectos, saca su gran pene y orina, David lo observa, cuando acaba se sacude y trata de guardarlo, en ese momento David va a la puerta, la asegura y toma a Felipe por el cuello y bruscamente lo lleva hacia una pared, lo besa con pasión, y baja rápidamente hasta el aún flácido pene, abre la boca y se lo mete todo, empieza a succionar rápido y siente como ese exquisito miembro crece dentro de su boca, Fernando se retuerce y David sigue hasta que tocan la puerta, ambos se miran y deciden parar, Fernando guarda su miembro, David se seca la boca y abren la puerta saliendo rápidamente.

Al salir del restaurante, los dos van con mucha risa la cual se ve interrumpida cuando David choca con alguien, es un joven andrajoso, un desechable, pero por un instante, David no puede evitar ver los ojos del pelilargo y esquelético joven al igual que su nariz, pero el breve momento termina cuando Felipe empuja al joven callejero.

- tenga cuidado por donde va idiota - le grita.
- perdón, disculpen - el joven contesta tímido y se va.
- pendejo - dice Felipe en tono despectivo.

David no ha dicho nada, se queda mirando al arapiento joven hasta desaparecer en una esquina, está atónito, cree haber visto esos ojos y haber escuchado esa voz en algún lado, piensa, trata de recordar pero no lo logra y sus pensamientos se ven interrumpidos por la voz de Felipe preguntando.

- estás bien cierto? No fue nada.
- si... Estoy bien, es solo que... - sorprendido aún David se queda en suspenso.
- solo que... Que? Decí - Fernando insiste intrigado.
- creí ver... No, no es nada, ese gamin se me hizo conocido pero eso es imposible - responde aún confuso.
- jajajajajajaja si, bastante imposible, vámonos. Dice felipe entre risas.

Tres Veces un DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora