4. Cables cruzados

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Querido Chat,

Fue un poco difícil saber de qué hablarte en esta carta, no sabía porque cosa empezar después de la anterior. Me hizo muy feliz el poder sincerarme contigo y contarte un poco sobre mi vida común y corriente. He de confesar que escribí otras cartas antes de estas, pero no quise entregártelas por una simple razón: todas mencionaban algo que no estaba segura de decirte.

Hablé de esto con mi kwami y lo medité personalmente. Este tema es uno de los más serios en mi vida pues, aunque mucho lo notan, pocas veces hablo de ello con alguien. Tengo entendido de que este no será agradable para ti, pero no es justo que yo te oculte o te mientas sobre cosas que siempre he querido decirte.

Para ser sincera, ya existe alguien que me gusta. Alguien que es un año mayor que yo, pero también estudia en la misma escuela que yo. Él sabe que existo por la simple idea de que yo lo persigo a todos lados con el objetivo de verle.

Es gracioso que yo diga esto, pero sé que no soy un buen partido para él. Aunque varias veces he querido decirle mis sentimientos, las pocas que lo he logrado he sido rechazada cortésmente por él con palabras como de que no es de su interés, de que soy muy insistente o de que simplemente el amor no es algo que contempla en su vida.

Tal vez esto te rompa el corazón como me ha pasado a mí, pero estoy segura de que eres una persona capaz de comprender este sentimiento y de darme tu apoyo. Ahora mismo estoy dándome la oportunidad de conocerte en profundidad, y quien sabe, puede que olvide a ese amor de lejos y... Pase algo.

Minino, a pesar de que somos prácticamente dos desconocidos, un par de personas que sólo busca salvar Paris el mal... Estoy segura que detrás de nuestras máscaras somos personas con verdaderos sentimientos, personas que podrán conocerse de forma sincera y desinteresada.

Ruego que algún día podamos conocernos y hablar como dos amigos que hace mucho que no se han visto, porque de primera mano eso eres para mí, un amigo que nunca ha dudado en apoyarme, en darme su mano para levantarme y alguien con quien siempre podré contar. Tu eres lo mismo para mí.

Gracias por permitirme ser sincera contigo. Cuídate mucho y espero tu siguiente carta.

Laybug.


Su emoción anterior se había esfumado, nunca habría pensado que la siguiente cosa de la que escribiría aquella mujer azabache tendría que ver con alguien del que ella estaba enamorada y que la había rechazado. Por un instante, al leer las frases que ella mencionó se había acordado de la joven que tenía un cabello similar al de su lady, aquella que siempre le tenía algún regalo pequeño.

Seguro era sólo una coincidencia el parecido y mucho más el hecho de las confesiones, y las frases que él solía dar como respuesta a cada chica que rechazaba, ¿o no? Por un breve instante imaginó la posibilidad de que siempre hubiese rechazado a la heroína. Si eso fuese verdad, ¿cómo haría para enmendar su error de..? ¡Esperen! Necesitaba calmarse, que hubiera un parecido no significaba que fueran la misma persona, aunque ahora se ponía a penar.

Él siempre aseguraba que estaba enamorado de la Catarina, pero sólo conocía uno de los lados que ella poseía, de cierta forma eso significaba que no estaba interesado del todo en ella. Claro que era sincero, porque quería conocer esa otra parte de ella, pero no lo estaba del todo.

Igualmente él no era, en lo absoluto, honesto con su personalidad. Chat Noir y Felix Agreste eran los lados opuesto de una moneda, nada más allá del físico los unía. Si Ladybug se llegaba interesar, aunque fuese un poco el gato negro, sólo vería las cosas buenas de él y nada de lo malo que vivía en su día a día.

{PAUSADA} Cartas a un felino solitario [Miraculous Ladybug Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora