Después de conversar con Nate un largo rato sobre cosas sin sentido, el y yo bailamos durante horas o al menos eso parecía para mi. El estar con Nate iluminaba los pedazos de mi corazón que aún se encontraban vivos, Nate era la clase de chico por la que todas matarían por hablar con el aunque sea 5 minutos y yo llevaba con el ya bastante tiempo lo cual despertaba la envidia en muchas chicas de la fiesta.
Nate me ofreció su abrigo ya que estaba enfriando el ambiente y me invito a sentarnos cerca de las bebidas, entonces sucedió.
-Quiero decirte algo B...- Dijo Nate un poco sorprendido de sus propias palabras- Eres la chica más inteligente que conozco y tienes una edad, que digo, eres una niña.
Un poco aturdida le respondí:
- ¿De que hablas?- Escuché que Salías con el chico Ryan. Los vieron juntos por algunos lugares del pueblo y yo me preocupe.- El hablaba como si quisiera protegerme y yo realmente no entendía nada de lo decía.
Justo antes de que el abriera la boca nuevamente un chico llegó con botellas de tequila a ofrecernos shots, a lo cual Nate se negó con una elegancia total.
-Antes de ser interrumpidos nuevamente tengo que decirte esto. Yo le pedí a Dylan que te invitarán a la fiesta, mira siempre te he observado desde lejos, eres una chica Abana lo sé pero eres la única de ella que tiene un corazón realmente, eres hermosa y no te mereces una Lacra como Ryan. Ryan suele acostarse con chicas y después desecharlas como si no fueran algo y yo, bueno yo, yo quiero amarte y cuidarte como debe hacer cualquier hombre con una dama como tu.
No supe que decir, estaba callada con los ojos abiertos y algo me dice que muy roja ante la confesión de Nate.
El chico más guapo me pedía ser su novia o algo así al parecer y yo que me creía fea.No respondí nada.
Lo abrace y bese su mejilla, el me abrazó y beso mis labios en un beso como de cuento de las malditas princesas.
Por primera vez un chico me hacía sentir encontrada y no sé porque eso me excitaba tanto, pero estaba muy mojada.
Nate ofreció llevarme a casa después de eso y yo acepté, en todo el camino ninguno dijo una palabra sólo me limite a observar el camino y el a manejar.
Al llegar a casa descubrí que había olvidado las llaves en el auto de Lay y que no podría entrar a menos que despertará a mis papás a las 3 de la mañana con un chico universitario, era un plan suicida. Llamé a Lay inmediatamente y después de decirme que me las llevaría enseguida colgó la llamada.
Nate dijo que subiera al auto porque hacía frío afuera, subí a los asientos traseros y le pedí que fuera conmigo. Recuerdo que lo bese en cuanto entró y en menos de 4 minutos estábamos desnudos y haciendo el amor, si haciendo el amor.
Hacer el amor se siente tan distinto a sólo tener sexo. Mientras que al tener sexo sólo sientes el placer y pues diría la pasión, hacer el amor te completa y llena los vacios de tu cuerpo uno a uno.
Conforme pasa el tiempo y sigues en la acción te das cuenta de como se siente tan diferente, lo disfrutas más.Estaba sentada sobe el pene de Nate haciendo movimientos circulares al rededor de el, y a veces brincando sobre el. Mis manos se encontraban apoyadas en sus hombros mientras el recorría mi cuerpo con sus manos lentamente con dulzura, sentí el calor de su cuerpo que me llenaba espacio a espacio y me hacía gemir sin control.
En un momento el tomo con fuerza mi cadera y jalo con aún más fuerza esta hacia abajo, dando así un golpe con su pene dentro de mi, yo lo abrace con mucha fuerza y el con su otra mano condujo mi cabeza a la suya para besarme y entonces lo sentí. Llegó el primer orgasmos a mi cuerpo y algo comenzó a romperse dentro de mi, era como si se hiciera grande mi cuerpo y sentí un estallido dentro de mi pero mucho más grande que otras veces, lo abrace y el continuo haciendo la misma operación pero está vez me tomo el cabello y eso hizo que llegará a un segundo orgasmo, fue como si las manecillas de un reloj se encontrarán totalmente y eso me unía a Nate de una forma que soy incapaz de contar, sólo sé que sentí como me llenaba Nate y ya no éramos dos, éramos uno.
Nate detuvo mi cadera en seco y se salió de mí, me besó tiernamente y acarició mi rostro. Se puso la ropa interior y me miró, al parecer yo estaba sorprendida.- Tranquila. No me vine dentro de ti, sé que hacerlo sería preocupante para ti princesa por eso me salí cuando sentí que mi pene comenzaba a llenarse.
- Pensé que los hombres no podían controlarse así-Dije poniéndome la ropa
- Es una mentira que dicen en su mayoría, sólo que cuando una persona te importa quieres cuidarla y tu me importas. No quiero que tomes una pastilla pues sé te afectaría el período y yo quiero que tu estés bien. Quiero amarte.- Hizo una pausa y después continuó- Ahora ven y déjame abrazarte un rato, tu piel es lo más hermoso que he sentido en mi vida pequeña.
No dije nada. No tenía que decir nada, por primera vez alguien me hizo sentir segura. Me limite a recostarme en sus brazos y observar la madrugada.
Para cuando Lay llegó yo prácticamente me estaba quedando dormida, pero entre a mi casa sin hacer ruido y me acosté en mi cama al instante, pero sonó mi celular.
Número desconocido.
-Gracias por está noche, duerme bien princesa. Espero verte mañana o cuando tu quieras, déjame formar parte de tu vida. Te quiero. Nate.La sensación de ese mensaje me dejo helada.
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Relatos cortos de Brandy Mercy.
Teen FictionLa adolescencia parece ser la etapa más alucinante de una chica que esta a punto de perderlo todo. Déjate llevar por una historia que va a congelar cada parte de tu cuerpo sólo para al final calentarte y dejarte con ganas de más. Obra escrita por Br...