El Chico del Ascensor

✨Capítulo 4✨

Caminé por los largos pasillos del colegio hasta llegar al tocador.
Entré en este y me miré al espejo.

- Desastre, como siempre. -Me dije a mi misma.

Me ahogué en un largo suspiro.

-¿Qué hace una chica en el baño de hombres?

Me di la vuelta, asustada.

Kyle y dos de sus amigos se reían de mi.

-Ah, entiendo. Es Skyler la marimacho. -Se burló.

-Dejenme en paz. -Grité y salí corriendo.

En el camino tropecé con algo y caí al suelo.

Allan me había impedido el paso con su pie.

-Cuidado, tonta.

Las personas presentes empezaron a reír.

Me puse de pie, tomé mis cosas y huí, como siempre.
Llegué al patio y me senté donde suelo hacerlo.
Saqué la tableta y empecé a escribir lo primero que me llegase a la mente.

Es tan difícil cuando todos están sobre ti, exigiendo perfección, complacencia. Pero son pocos los que entienden que las criticas siempre existirán, son parte de la vida. Esmeralda aún no lograba entenderlo o bueno, acostumbrarse a vivir con eso. Las criticas y ella no encajaban en el mismo mundo.
Pero para eso estaba Adam, para hacerle entender que puede vivir sin que las criticas le afecten. Empezando por aprender a quererse a si misma. Pero ella no podía, no le salía. Esmeralda siempre ha sido un reto difícil, por eso nunca se ha dejado ayudar.

Hacia lo mismo, la maltrataban, huía y escribía acerca de lo que sentía. O sino, hacía otro de sus típicos intentos suicidas. Que claro, Adam siempre impedía. Siempre llegaba en el momento correcto, la conocía tan bien..

-No puedes irte así como así, hay personas que te aman.

-¿Cómo quién?-Pregunta con un poco de ilusión.

-Como yo. -Contesta Adam. -Y no sé qué haría si te vas. No sé como aprendería a vivir sin ti, no lo sé. Soy tonto si no estás a mi lado, ¿Lo entiendes? Porque yo no. No sé como puedo estar tan enamorado de alguien.

-Adam, ya hablamos de esto. -Susurró Esmeralda, cabizbaja.

-No, no hablamos de esto. Tú me dijiste que no. No me amas, lo sé. Pero necesito demostrarte que lo que siento es puro aunque no sea correspondido.

-¡Si te amo! -Replicó nuestra chica suicida.

-Entonces besame.

Lo publiqué y en cuestión de segundos los votos y comentarios empezaron a subir.

-"Si te amo" "Entonces besame". Que cursi.

Alcé la mirada.

-Dejame en paz.

-¿Quién te critica? -Preguntó, sentándose a mi lado.

-No te importa. -Contesté, seca. Como siempre.

-Eres tan tonta. Y necia.

Le miré.

-Ouh, yo. ¿Verdad?

Asentí.

-Alguien escribe sobre mi, me siento importante. Digo, lo soy.

Rodé los ojos y me puse de pie.

Di algunos pasos pero su mano tomó la mía. Me di la vuelta haciéndole frente.

-Nos vemos el viernes, ñoña. -Dijo.