Capítulo uno

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Voy caminando a la estación de tren, odio ir a clases a esta hora de la mañana, está lleno de personas, me cargan las multitudes y más aún temprano. Camino para subirme al metro, a quien engaño, me subieron casi flotando entre toda esta gente, suspiro intentando juntar paciencia para no asesinar a nadie, no quiero aparecer en las noticias por una masacre.

Me siento aplastado, por lo que intento llegar a la puerta, solo quedan una estación para bajarme, respira Yoongi, respira. ¿Que mierda? Empecé a sentir a alguien tocándome el trasero, le doy dos segundos para que lo deje de hacer si no quiere morir. Uno, dos, me giro y veo a un tipo alto, más alto que yo, muy lindo, no puedo creer que con esa cara esté haciendo esto en el metro.

-Idiota! Vuelve a tocarme y te parto la cara!- le di un puñetazo en la cara y como el tren es muy puntual, llegamos justo a mi estación, caminé hacia afuera del vagón, me voltee y le levanté el dedo medio al idiota ese, para seguir caminando.

El tipo estaba siendo ayudado por los demás pasajeros de alrededor, gente estúpida, él me toca y queda de víctima, sé que le dolió porque se estaba tocando la mejilla afectada, espero que no le queden ganas de volver a hacerlo.

Camino subiendo las escaleras para llegar a la universidad e ir a la clase del profesor Jung Yunho, quien era una eminencia en el área de la música, pero era demasiado apasionado para hacer las clases, gritaba y corría a veces explicando algo, aún no sabía cómo, a pesar de ser mayor que él, tenía tanta energía a esa hora de la mañana.

Llegué al salón y me encontré con Park Chanyeol, compañero de clases y uno de los pocos que considero amigo, es a quien más confianza le tengo, es el único que sabe de mis problemas con mis padres y de mis deudas.

Me mudé de Daegu, buscando cumplir mis sueños, ser compositor y rapero reconocido, cuando le conté esto a mis padres, demoraron 2 minutos en voltearme la espalda, no lo negaré, me dolió y sigue doliendo, pero lograré cumplir mis metas y probaré que se equivocaron. Por el momento estoy atrasado con una cuota de la universidad y a pesar que tengo media beca, se me ha complicado pagar el resto y el apartamento donde vivo, creo que tendré que buscar un trabajo de medio tiempo.

He buscado alrededor de 3 semanas trabajo y aún no encuentro nada, hoy seguiré buscando, tengo que solucionar ésto.

-Yoongi, Baek me contó que en la cafetería que está trabajando necesitan más personal- me dijo -sé que aún estás buscando y te puede servir, nada pierdes con ir.

- Cafetería? En dónde queda pasaré luego de clases - le pregunté, no quería ilusionarme, pero necesito el trabajo.

- Queda cerca de aquí, cruzando el parque, justo en frente, se llama Coffee Prince, créeme notarás donde es cuando lo veas- sonrió Chan.

- Lejos lo mejor que me ha pasado hoy, puedes creer que un idiota me toco el trasero hoy en el metro? - dije enojado de nuevo.

- Y quedó vivo para contarlo? - rió de mi mala suerte.

- No se la llevo gratis, ya no le quedarán ganas de volver a hacerlo- dije con suficiencia.

- No se por qué pero te creo.

Mientras conversabamos entró el profesor, haciendo una entrada casi triunfal.

- No apaguen sus corazones alumnos mios!-dijo, mejor dicho, gritó- anoche tuve un sueño y una visión sobre esta clase, por lo que para fin de semestre tendrán que componer una canción, de manera individual y a tema libre, pueden ser ayudados, no me importa, sólo expresen algo - dijo mirando a todos- si no siento algo con su música, dense por reprobados - se escucharon murmullos y protestas en general- si no se creen capaces, no entiendo que hacen estudiando en esta universidad.

Él era demasiado extraño, pero tiene razón, componer algo que le guste al profesor Yunho. Tenía varias compuestas, pero ninguna me convencía al 100%, pero tengo tiempo aún.

- Ahora váyanse! Piensen y mediten! Sigan viviendo su juventud! - dijo mientras tomaba sus cosas y se iba, como solía hacerlo.

- Hey Chan! Estará abierta la cafetería a esta hora? - pregunté mirando a mi amigo.

- Le preguntaré a Baek para estar seguros - tomando su celular y escribiendo, a los minutos recibe un mensaje en respuesta- dice que sí, que el dueño está ahí, así que le dije que iríamos.

- Ya mueve tu enorme trasero entonces y camina, que quiero tener tiempo para mi siesta.-dije volteando hacia la puerta comenzando a caminar.

El camino hacia la cafetería fue realmente corto y como había dicho Chanyeol, se notaba el letrero "Coffee Prince" desde cuadras de distancia, quizá qué excéntrico será el dueño. Era en su mayoría de color blanco, excepto los toldos de los ventanales que daban al exterior que eran de color rosa. Al entrar era todo estilo vintage, mezclaba colores rosa pastel, con blanco y madera natural, se veía todo muy armonioso. Al fondo se veía la caja registradora, el mesón donde estaban las cafeteras, los contenedores de grano y un escaparate donde lucían algunos pasteles y tortas.

Byun Baekhyun se nos acercó y abrazó a Chan, luego de separarse me saludó. Era un chico de mi misma estatura, de contextura delgada, cabello gris, aunque eso se modificaba con su estado de ánimo prácticamente, a él definitivamente le gustaba cambiar su color de cabello al igual que a mi. Claro que su personalidad distaba mucho de la mía, era muy enérgico y divertido, bastante torpe también, creo que él y su hermano Taehyung son las personas más torpes y divertidas que conozco, ambos trabajan aquí por lo que me comentó Chanyeol.

- Hola Yoongi, hablé con el dueño, que vendrías por el trabajo, dijo que cuando llegaras lo esperaras en su oficina-dijo sonriendo

- está bien- respondí, se quedó en silencio por un minuto y creo que no está pensando- no me has dicho dónde está la oficina

- cierto, está aquí al fondo, la segunda puerta de la izquierda, la puerta rosa - dijo riéndose cuando notó su equivocación.

- Gracias Baek, te encargo al orejón, que no rompa nada- y comencé a caminar donde me habían indicado.

- Qué crees? No soy un niño! - me dijo alzando la voz Chan, sabía que se estaba riendo, es nuestra manera de tratarnos siempre.

Camine por un pasillo y tal como dijo Baekhyun era la segunda puerta, la de color rosa, toqué la puerta, pero nadie contestó, por lo que giré el pomo de la puerta y entré pidiendo permiso, el interior de la oficina me dejó pasmado, era mucho rosa en un solo lugar, creí haber escuchado dueño, no dueña, tal vez oí mal. Habían muchas figuras de Mario Bross también, me acerqué a un estante que tenía figuras de colección, o al menos eso parecían, ya que estaban en sus cajas y otras no, pero todas estaban muy limpias, se notaba el cariño que le tenían a esas piezas, las cuidaban mucho, me incliné a ver la parte de abajo del estante, allí el dueño de estas figuras había recreado la escena del rescate de la princesa, me causó mucha gracia, me hizo sonreír, tal vez era una buena persona. En eso escucho abrir la puerta y me giro, esto no me lo esperaba.

- El pervertido del metro! - grité apuntandolo, creo que él también me reconoció ya que me respondió de inmediato.

- El delincuente! - dijo sorprendido al verme.

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