III

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   Mientras miraba a Thomas e intentaba unir ideas con las neuronas que me acababan de explotar de la impresión, movía los pies en el suelo como una manía que no me había dado desde los 13 años más o menos, por nerviosa. Igual no comprendía por qué sentía tanto nerviosismo al enfrentarme a él, no sé si porque quizá fue el culpable de mi asesinato o porque podría gritarle algo de puro orgullo y no me salía. De lejos sentí un ruido, pero no era capaz de dilucidar qué era y por algún motivo ninguno de los dos podía dejar de mirarse. Su expresión fue la misma todo el tiempo, de desentendimiento, nerviosismo y un poco de curiosidad, mientras que la mía iba como una montaña rusa subiendo y bajando de lo malo y lo bueno que pueda existir en emociones, lo cual me enfadaba porque no sabía por qué me sucedía. Seguía sintiendo el ruido y en ese momento él se volteó a mirar hacia el pizarrón, lo que me hizo inclinarme un poco hacia él haciendo un ademán como de "oye, pero no dejes de sostenerme la mirada, que voy ganando". Luego volvió a mirarme haciéndome una especia de seña a que yo también debía mirar hacia al frente, lo que me hizo incorporarme y darme cuenta que el ruido aquel que oía era la voz de la profesora llamando mi nombre.
- Señorita Greenwood ¿por qué no responde? – enseguida me enderecé en mi asiento mirando a la profesora que no entendía si me miraba con enfado o el ceño fruncido es parte de su expresión habitual, como algunas personas.
- Perdone ¿me repite lo que ha dicho? – esta era una de esas veces en las que me sentía un poco minimizada, y creo que a muchos les pudo pasar cuando la profesora los llamaba para darles la peor nota, los regañaba o les avisaba que fueran a la oficina del director, pero esos actos ya no existían desde el colegio, así que actué normal y volví a mi comportamiento natural.
- Le he preguntado si le gustaría liderar el grupo este semestre, sé que ha liderado al club de debate el semestre pasado y lo hizo muy bien – esbozó una pequeña sonrisa, mientras varias de las chicas que se encontraban sentadas en el salón me observaban cual fan observa a su ídolo por primera vez.
- Sí, claro – siempre me ha sido un honor cuando los profesores toman en cuenta mi rendimiento y me ofrecen hacer cosas a las cuales no todos tienen acceso, me hace sentir un tanto más especial y superior, pero lo engreído que suene me importa poco.
  Al responder me hizo una seña para ir hacia su mesa y tomar los papeles que contenían la pauta de temas a tratar. Mientras caminaba hacia ella sentí miradas de pies a cabeza como rayos láser analizándome antes de entrar a un banco de alta seguridad. La profesora dio orden de que podían hablar unos minutos mientras conversaba conmigo la dinámica de la clase, lo que me hizo preguntarme qué haría el muchacho en ese momento si no tenía con quien hablar, a lo que una chica pudo responder, quien estaba sentada frente a él y se volteó para conversarle. Los observé todo el tiempo de reojo, tratando de imaginar qué hablaban y no sé por qué en un momento cuando él me sostuvo la mirada por unos segundos, esperé que fuera de mí.

 La profesora volvió a callar a todo mundo, yo me quedé a su lado mientras ella daba instrucciones. No entendía por qué el muchacho este me causaba tanta curiosidad, de la forma en que le gritaría preguntas que me vinieran a la mente sin sentido alguno. No podía comprender, pero como me ocurre en situaciones como estas, respiré un poco, cerré los ojos y volví en mí misma, a ser la Alicia pesada que Diego había descrito hace un par de días.
Cuando la profesora me lo ordenó, comencé a escribir los temas del documento en el pizarrón para que todos lo vieran.
- Para hoy, empezaremos con un pequeño debate para hablar un poco de forma general de los temas que Alicia está escribiendo en el pizarrón. No está demás mencionar que no se aceptarán agresiones verbales de ningún tipo, ni falta de respeto a la opinión de su compañera – se detuvo un momento y luego dijo – y su compañero – y luego se oyeron risitas. Podemos hacer otro debate en este mismo momento con pruebas y todo, qué tan nenas pueden seguir siendo las chicas en la universidad.
- Alicia – me tomó de los hombros para que me volteara hacia la clase completa, por lo que lo hice – estará encargada de dar esta clase si yo debo ausentarme por algún motivo, por ende, tiene la misma validez que yo frente a los temas académicos. También será la encargada de recibir ensayos que iremos haciendo a lo largo del semestre, si no se lo entrega a ella, se asumirá como reprobado. – esbocé una pequeña sonrisa, a ver cuántas van a estar suplicando entrega en plazo no establecido. Me volteé nuevamente hacia el pizarrón para terminar de escribir los últimos dos temas.
- El día de hoy ella será la intermediaria, por lo que medirá tiempo y turnos de habla. El tema principal que nos preguntaremos hoy es ¿qué es feminismo? Tienen tiempo para pensar y luego Alicia dará el inicio – dejé el plumón de pizarra sobre la mesa de la profesora y volví a observar al muchacho, quien se encontraba mirando al pizarrón y no parecía muy interesado con la clase, al resto se le escuchaba cuchichear.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2017 ⏰

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