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MI SÚPER HÉROE

Narra Frisk:

Son las 06:00 de la mañana, mi madre me despertó para que desayunara y pudiera ir al Instituto, hoy era mi primer día en la Secundaria, no voy a mentir, estaba asustada, la Primaria y la Secundaria eran muy distintas.

- Buenos días, mamá... – Dije algo somnolienta.

- Buenos días, mi niña... – Me saludo con una sonrisa mientras me despeinaba el cabello – Vamos, levantate linda, no quieres llegar tarde en tu primer día en la Secundaria ¿Verdad?

- Claro... – Bostecé –

Luego de eso, mi madre me dejó para que pudiera cambiarme. Me puse un lindo suéter violeta con capucha y una falda café que combinaba con mis botas, del mismo color, largas hasta las rodillas, y bajo éstas se notaban una medias bucaneras blancas.

Bajé a desayunar mientras arreglaba mi cabello con las manos, era corto hasta los hombros, así que no necesitaba peinarmelo tan prolijamente.

Al terminar de comer la tarta de caramelo y canela que horneó mi madre, me subí a su auto, colocando mi mochila marrón en mi regazo, seguía asustada.

- Tranquila, mi niña, todo estará bien, conozco a un muchacho que de seguro querrá ser tu amigo... – Sonreía mi mamá.

- Si... Claro... – No le prestaba mucha atención.

Al llegar al Instituto, me sentí tan pequeña, no conocía a nadie, el lugar era enorme... Claro que habían personas de mi edad pero, yo no conocía a nadie. Por suerte, las primeras horas fueron fáciles, me refiero a que mis compañeros eran amables conmigo.

Llegó la hora del recreo y me fui a un lugar apartado, para poder estar sola y descansar en paz; encontré un bello árbol de hojas doradas y me senté sobre sus raíces para luego cerrar por un momento mis ojos, y olvidarme de todas mis preocupaciones.

Pasaron unos minutos y yo estaba perdida en mis pensamientos, de repente, unos chicos, unos 2 o 3 años mas grandes que yo, me sujetaron de los pelos obligándo a levantarme. Estaba tan asustada en ese momento, estaba segura que me pegarían, no había mucha gente en ese lugar, no podía pedir ayuda... Cerré mis ojos y no dije nada, esperaba un fuerte golpe en mi cara, había un gran silencio de mi parte, sólo respiraba agitada mientras los chicos reían a carcajadas por mi comportamiento; abrí mis ojos por un segundo y pude ver como un puño cerrado se aproximaba a mi rostro, entonces cerré rápido y fuertemente mis ojos esperando el impacto, pero nunca llegó...

Abrí de nuevo mis ojos al sentir que me soltaban y otra voz reía levemente, levanté mi mirada y pude ver a un chico alto, probablemente de su edad, llevaba una gran chaqueta azul, me llamó la atención su cabello, era blanco, al igual que su piel, pero lo que más me llamó la atención fue que estaba en frente mía, protegiendome con sus brazos.

- Heh~ Venga chicos, no quiero hacerles pasar un mal rato... – Se dió vuelta para verificar que yo estuviera bien, y pude ver sus lindos ojos grises y muy poca barba en su mentón – ¿Estás bien? – Me sonrió.

- ... – Yo no decía nada, sólo asentí con mi cabeza, aún estaba asustada por lo que estaba sucediendo.

Se dió vuelta hacia donde estaban los chicos que iban a golpearme sin razón alguna, y noté que estaban asustados.

AMIGOS CON DERECHOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora