Chico Manhattan: Capítulo 5: ¿El fin?

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Después de cinco años y medio de haberla visto, después de tantos años, en el fondo de mi corazón, hay un lugar reservado para Jazel, porque sí, no pude tener una relación con ella, ni siquiera una amistad; pero me enseñó cosas de mí y de la vida:
Me enseñó, que a pesar de ser una mala persona, dentro mí existía algo bueno, que podía ser alguien mejor, no por ella o por alguien más, sino por mí.
Me enseñó que no es necesario tener una relación sentimental con alguien para querer de verdad, ya que a veces, el amor solo flecha a uno de los dos. Y no hay nada de malo en eso, al contrario, te hace aprender cosas de uno mismo y de la vida.
Aprendí el valor de la amistad, Lalo y Guillermo siguen siendo mis hermanos de amores no correspondidos, y después de tanto tiempo, lo que comenzó como una situación que teníamos en común, se ha vuelto una amistad tan grande como el universo y fuerte como nada en el mundo.

Sí, no tuve el honor de ser pareja de Jazel, pero gracias a ella y a lo acontecido, gané mucho más de lo que perdí. Gané experiencia, y gané a dos hermanos de otra madre, que tengo la certeza, que sin importar nada, estaremos siempre juntos, como hermanos.

Comencé escribiendo esta historia para desahogarme con respecto a lo que sentía por Jazel y terminé dándome cuenta de lo que en realidad importa, la amistad y el amor, este último, correspondido o no, dolerá, a veces nos destruirá, a veces nos reconstruirá, pero siempre va a ser fantástico, y al igual que cualquier amistad verdadera, siempre va a valer la pena.

Conclusión: si alguien te gusta, dícelo, dí lo que sientes, total, lo peor que puede pasar, es que te rechacen. Y lo mejor que pueda pasar, es que sea correspondido. Arriésgate, que de eso se trata el amor y por ende, la vida. Estos dos sin riesgos, no tienen caso. A veces puedes ganar más de lo que puedes perder.
Yo perdí lo que pudo ser una gran relación con mi primer amor, pero gané dos amistades infinitas.

Y, queridos lectores, con lo que gané, es como si no hubiese perdido nada.

¿El fin?

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