Como habíamos pasado al último grado de secundaria, entró otra generación a la escuela. Pero hubo una que destacó para Eduardo Cárdenas, su nombre, Mariana Zurizadai Benítez de la Torre, sí, es la hermana menor de Jazel.
Cuando Lalo conoció a Mariana sintió un sentimiento parecido al que yo sentía por Jazel, entonces eso nos unió aún más como amigos.
Él nunca logró hablarle, pero hasta el día de hoy, la sigue extrañando.
Lo qué más nos hace falta a él y a mí, es verlas todos los días en la escuela, verlas sonreír, admirarlas.
Ya estando en la preparatoria, Lalo y yo siempre que salimos de la escuela nos vamos a una plaza que está cerca de la preparatoria donde estudiamos.
Un día lluvioso, llegamos a la plaza empapados, y quisimos subir a la plaza a comprar algo de tomar. Normalmente, al entrar a la plaza, doblamos en el primer pasillo a la derecha, hasta el fondo y luego a la izquierda, pero ese día fue la excepción, por alguna extraña razón giramos a la derecha como siempre y después en el tercer pasillo a la izquierda, y justo frente a nostros como a unos 5 metros, vimos a una niña bellísima, era Jazel y justo atrás de ella, Zurizadai. Yo al ver a Jazel no aguanté los nervios y de la nada comencé a reírme a carcajadas, ellas al ver mi reacción comenzaron a reír y por ende, Lalo también. Fue un momento épico, pasamos junto a ellas aún riéndonos.
Después de eso, nos metimos a el primer pasillo que encontramos a tranquilizarnos después de lo sucedido, ni podíamos dejar de reírnos, Lalo hasta se estaba infartando.
Esa es, la última vez que las vimos y, aunque no haya sido como de película, fue muy especial y vergonzoso. Siempre que lo recordamos nos reímos.
Cuento ésto sobre Lalo y Zurizadai, porque me parece curiosa la vida, él y yo nos llevábamos bien, pero no éramos tan apegados, y gracias a Jazel y Zurizadai, nos unimos. Lo que quiero decir, es que gracias a Jazel supe dos cosas muy importantes:
1. Muchas personas le tienen odio o rencor al amor o simplemente dicen que "no existe" solo porque a veces no es recíproco. Pero el amor no sé trata de recibir, no se trata de ver que tanto te puede querer el otro, no se trata de esperar algo a cambio de la misma forma que tú se la darías a alguien más. Eso no es amor, eso es egoísmo. El amor se trata de dar sin esperar nada a cambio, se trata muchas veces de aceptar que esa persona quiere a alguien más y no a ti y aún así sonreír al verla feliz con alguien más por el simple hecho de que esa persona la hace feliz, ESO ES AMOR.
2. De no haber sido por Jazel y Zurizadai, no me hubiera juntado tanto con Lalo, que en aquel tiempo lo consideraba un amigo más y que ahora resulta ser, casi un hermano de sangre.
Fin del cuarto capítulo.
