Tнιѕ ιѕ Love

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Dos meses después...

Sam

Han sido unos meses muy largos, me logre transferir a un hospital en mi pueblo natal, KingContry junto con mi hermano, también logre que transfirieran a mi pequeño a la escuela de mi querido ahijado para que puedan estar juntos, aunque al ser un pequeño pueblo no había muchas opciones de colegio. Estamos viviendo en la casa de mi mejor amigo Rick  junto con su esposa e hijo, todo para tratar de ayudar a Lori a pasar por este proceso, se puede decir que somos muy serviciales, pero la paciencia tiene límite.

-Creo que, si las miradas mataran, Lori ya estaría muerta- dice Alex mientras se me acerca con una taza de café- llevas 10 minutos mirándola sin pestañear

-Lo siento- digo despegando mi mirada de ella y tomo la taza que me ofrece mi hermano- ¿Los pequeños ya están dormidos?

-Si, me costó un poco ya que me preguntaban mucho por ti para que les fueras a cantar- dice tomando un poco de su café- tuve que decirles que ya estabas durmiendo.

-Gracias- me limitó a ver la taza con aquel líquido caliente- ¿no te has puesto pensar que llevamos aquí dos meses y que tal vez Rick ya no despierte?

Mi hermano solo me mira con una ceja alzada para que continuara.

-O sea piénsalo, pueden pasar días, meses, incluso años para que despierte y esto solo lastima más a Carl, ese niño aunque no lo demuestre está sufriendo por dentro peleando consigo mismo si creer que su padre al día siguiente despertará o simplemente siga en ese profundo sueño-tomo un poco de aire- sé que no soy su madre, pero estoy haciendo mucho más en estos dos meses que ella en toda la vida de Carl, además, el peque siempre tenía que escuchar las peleas de sus padres y ahora tiene que escuchar las peleas que tengo con su madre por el simple hecho de que ella no hace nada. Además de que no me gusta que Dastan me escuche pelear.

-Sam- suspira pesadamente- te entiendo yo también quiero a Carl, pero por ahora solo podemos apoyarlo hasta que la otra se ponga cuerda, si es que alguna vez lo estuvo - ambos soltamos una pequeña risa- ve a dormir has estado cuidando a los monstruos desde muy temprano.

-Está bien--me levanto y le doy un beso en la frente- descansa A

-Descansa S

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Me despierto al sentir la luz del sol en mi cara, veo a mi alrededor y noto que mi hermano ya se levantó, acostumbro un poco mi vista a la luz que se asoma desde la ventana y me despegó de la cómoda cama, camino al baño, me saco la camiseta y me meto a la ducha. Termino, envuelvo mi cuerpo y mi pelo con las toallas, me empiezo a vestir, al terminar salgo del cuarto y mi caminata va directo hacia la cocina, veo a mis pequeños comiendo su cereal, a un lado de ellos están mi hermano junto con Shane hablando en un tono solo para ellos.

- ¿Que están hablando ustedes dos? - estos dos me miraron y se acercaron

-En las noticias hablaron sobre un virus que está llegando al pueblo y que debemos ir a Atlanta lo más pronto posible- mientras Shane me contaba, yo solo miraba a los niños, quienes seguían comiendo.

Al rato Lori salió de su cuarto y Shane habló con ella, después de eso ya todos teníamos nuestras cosas en el auto rumbo a Atlanta

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Nos quedamos atascados en una fila gigante de autos, todos esperando poder entrar a Atlanta, las espera es de al menos 7 horas y ya esta oscureciendo, a lo lejos, atravesando el bosque se puede ver la ciudad, nos quedamos mirando la larga fila junto con Shane y Lori, cuando de un momento a otro la ciudad exploto brindando el pánico a todos en la autopista, corrimos a los autos y, junto con otras familias, salimos de la carretera por un camino de tierra que nos llevo a un lego un poco alejado de la carretera, bajo de la camioneta junto con mi hermano y Shane, y vemos como más autos se van acercando.

Se nos acerca un señor mayor el cual bajo de una caravana junto con dos chicas rubias.

-Hola, me llamo Dale y ellas son Andrea y Amy – apunto a ambas chicas detrás de él.

-Hola, oficial Shane Walsh, ellos son Sam y Alex Salazar- les dedique una sonrisa en cuanto dirigieron su vista en mí.

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-Oye chino, es hora de irnos- llamo a Glenn

- ¿Cuantas veces te tengo que decir que no soy chino para que dejes de hacerlo? - me mira con una frustración fingida

-- le sonrió y lo abrazo

En eso aparece mi hermano y mi hijo los cuales nos separan.

-Que lindo está el día, ¿no? - nos abraza a los dos por los hombros

-Muy bonito diría yo- Le responde mi hijo mientras me abraza desde la cintura

-Esto de los complots contra mí ya se están haciendo muy repetitivos- los miro con los ojos entrecerrados y una sonrisa burlona- no será que están celosos, ¿no?

-No entendemos de que estas hablando- me contesta mi hermano y mi hijo solo niega con su cabeza

Miro a mi hijo directamente a los ojos y él se empieza a poner nervioso, mi hermano al ver la situación se pone detrás de él y le trata de ayudar taparle los ojos, Glenn solo nos miraba riéndose de la situación.

-No la mires, ella entrará en tu cabeza- yo solo seguía mirándolo y le levanto una ceja

-No le puedo mentir a mi mamá, ella es buena conmigo y me canta en las noches- Dastan decía esas cosas con una voz robótica, siguiéndonos el juego

-Vamos Dasti, dile la verdad a mamá- en eso mi hijo se gira

-Lo siento tío- se gira hacia mi- la verdad es que creamos un plan para dominar el mundo utilizando pingüinos- después de eso salió corriendo.

Me quede mirando con mi hermano y Glenn, y a los segundos después nos empezamos a reír.

-Se nota que lo criaron ustedes.

Entre chistes malos y buenos, trajimos un montón de cosas al campamento, los chicos fueron a dejar la comida que encontramos mientras yo voy a entregarles las cosas de higiene a las chicas.

Esto es el comienzo de una gran familia, supongo yo.