Marinette vs. Un par de hermanos, guapos y millonarios.

El ganador.

Narra Marinette.

Estaba confundida.
Yo le gustaba a ellos dos y a mi ellos dos.

En las telenovelas, siempre escogen a uno.

-Pero, ustedes son hermanos- dije soltandome de ellos dos.

-A un hermano no le gusta la misma que al otro- dijo Félix serio.

-¿Qué? Eres un imbécil, yo la vi antes- dijo Adrien abrazandome por el cuello.

-Adri... Adrien, me lastimas- dije sujetando el brazo que tenía en mi cuello.

-Sueltala Adrien- dijo Félix tratando de quitar el brazo de mi cuello.

Adrien me soltó y quizo golpear a Félix. Pero Félix, detuvo el golpe.
Félix se lo quiso devolver.

-¡Basta!- dije con lágrimas en los ojos. -Sabía que nada iba a estar bien-.

Se quedaron callados y serios.

-Lo sentimos Marinette- dijo Adrien acercándose.

-Lo siento linda, no quise que te asustaras- dijo Félix también acercándose.

Adrien me miró, tomó mi barbilla y me besó.

Ay no.

Félix lo retiró empujandolo hacía atrás. Félix hizo lo mismo.
Me miró, tomó mi barbilla y me besó.

-¡Félix!- dijo Adrien gritando.

Félix seguía besándome, yo no podía moverme, estaba en shock.

Adrien retiró a Felix y le pegó con un puño en el estómago.

-¡Félix!- grité.

Félix se tiró al suelo retorciendose del dolor.

-Adrien, ¿qué te pasa?- dije enojada.

-Te besó- dijo agarrando mis mejillas.

Adrien se me acercó y me volvió a besar.

Era como una competencia de besos.
Yo tenía que escoger al ganador.

Adrien se retiró y me miró.

Maldición, Adrien me gustaba más con esos ojos verdes.

Félix se paró.

-Me las vas a pagar- dijo abriendo la puerta y saliendo con fuerza.

Cerró la puerta y solo quedamos Adrien y yo.

-Marinette, me gustas, me gustas mucho, déjame demostrarte cuánto te quiero, por favor- dijo sonrojado.

-Adrien, tu... tu también me gustas, pero... igual, siento algo por Félix- dije seria. -Tu me gustaste antes y de hecho, me gustas más, es sólo que, siento que no estaría- me interrumpió.

Lo hizo con un beso.

-Shh, haré que lo olvides por completo, yo seré el ganador de toda tú- dijo susurrando.

Sentí un escalofrío en todo el cuerpo.

No me pude resistir y nos besamos.

Me cargó y me puso en una mesa.
Puso sus caderas entre mis piernas ya estando en la mesa. El seguía parado.
Me sostenía por la cintura y yo tenía mis manos en su cabello.

Estaba en el paraíso.
Quería a Adrien para mi.
Solo para mi.