diecisiete

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LEVINE

Cuando me desperté miré a mi alrededor y como lo imaginé, Faith no estaba a mi lado. Las sábanas estaban echas un desastre y yo seguía completamente desnuda. Reí por la noche anterior, había perdido mi virginidad de la manera más rara y en el lugar más raro. No le conté a Faith que era mi primera, no la iba a hacer que se sintiera privilegiada. De recordar la manera en que me tocaba y en que me había hecho tocar el cielo, me estremecía. Me metí a bañar con agua caliente y me preparé para mi sesión a temprana hora con Scarlett. ¿Debería contarle? Oh claro que no, es la jefa de este lugar y si se entera que tuve sexo en mi habitación me matara. De nuevo las enfermeras especiales y los guardias fallaron, ¿Qué le pasa a tu equipo, Scarlett?

SCARLETT

-Muchas gracias por vigilar toda la noche Tim, manda a todo el equipo a descansar y nos vemos en la noche -le agradezco a Tim el encargado de seguridad por su maravilloso trabajo. Son las 9:38 de la mañana lo cual significa que Levine estará aquí en cualquier instante. Desayuné mis galletas preferidas con leche, así es, podría tener cuarenta años pero seguiría desayunando cosas como galletas de figuras con leche. Leía los reportes y leía un correo de la chica de las invitaciones de mi boda.

Clarke me había enviado una foto de él en el trabajo, diciendo que me extrañaba. Reí y le dije que lo amaba y lo necesitaba conmigo. Amo tanto a ese chico que estoy agradecida por quedarme con él.

A las 10:00 a.m Levine abrió la puerta de mi oficina.

- De nuevo puntual señorita Parker -me levanto y tomo mi tabla y un boligrafo- Puedes sentarte.

Ella obedece. Hoy trae el cabello suelto que parece aún húmedo, una blusa color vino de mangas largas y unos jeans azules. Usa unas botas de lluvia lo cuál me es gracioso. Sus botas tienen figuras de paraguas.

- ¿Por qué las botas, eh? -me río.

- Es mi estilo, no me juzgues -sonríe.

- ¿Cómo has estado estos días?

- Relajada, tranquila -sonríe- creo que deberías ir preparando mi salida, que estoy más lista que nada -me río.

- Oh no señorita, tienes que aguantar dos meses más. Apenas llevas casi un mes ¿crees que no me sé ese cuento de doctora, me siento mejor ya, es hora de irme cuando llevan como dos semanas en la clínica? -alzo una ceja- Espera Levine, si veo un progreso grande te vas ¿sí? -ella sólo asiente- Ginger me dijo que no encontrabas algo que te gustara ¿es eso cierto? -Ella asiente- ¿A qué se debe?

- Nunca lleguen a pensar que tenía que gustarme alguna actividad o algo. Solía ir en Skate pero era más una costumbre a algo que me gustara... la única cosa que me gustaba era fumar y no lo he hecho desde hace tiempo -se encoje de hombros- creo que si no hay nada que me guste es porque no necesariamente debo decir que algo me gusta.

Alzo una ceja, esta niña ya iba a empezar con sus reflexiones o su charla de una hora. Me iba a divertir.

- Quiero decir, cuando conoces a alguien lo primero que haces es preguntarle qué le gusta, por qué no le preguntas otra cosa. A veces eso es tan cliché -se ríe.

- Bueno la gente lo hace para conocer a las personas o para encontrar un gusto en común.

- No en mi caso -se ríe nerviosa- Cuando les decía que me gustaba, me tachaban de loca o rara... por eso cuando alguien me pregunta qué me gusta es la misma respuesta. No sé, nada me gusta. No es necesario que te guste algo para continuar con tu vida -se encoje de hombros.

Scarlett ►Del Club del suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora