veintiuno

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LEVINE

8 de Octubre

Estos tres días han sido una total mierda, tan rutinarios y aburridos. Justo como Scarlett no quería que se convirtiera la clínica. Cumplió con lo que le dije, que no quería volver a tener mis sesiones con ella si no con Ginger. Sin embargo, no podía estar cómoda con ella como con Scarlett estaba. Ginger era más reflexiva y más de ser entusiasta incluso aunque no lo desearas, Scarlett te pide que lo hagas todo de poco a poco porque así vas progresando.

- Procura hablar más a la próxima, Levine -me sugiere Ginger. Yo pongo los ojos en blanco sin que ella me vea- Estás muy callada, no me agrada eso.

Simplemente le sonrío, sintiendome incómoda y ella asiente sonriente. Me retiro de su consultorio que es más pequeño que el de Scarlett y muy tétrico. Paso por su oficina cada vez que termino mi sesión sólo para recordar viejos tiempos antes de que desconfiara de mí.

Hablo como si hubiesen pasado años pero estando dentro de una clínica tratando de rehabilitarte así parece.

Me siento mal por el comportamiento de Scarlett, jamás creí que llegaría a contradecirse. Ella quería formar una excelente clínica y no algo aburrido y triste, sin embargo la clínica está pasando por esas características haciendo que odie estar aquí.

Los pacientes me juzgan, he entablado charlas con algunos de ellos y me admiran por haber huido de la clínica, me admiran y en este momento me odian porque gracias a mí Scarlett estalló y cambió todo.

Los ilusos tienen ese pensamiento de que hui, Scarlett también. No hui y sí le mentí a Scarlett sobre donde estaba pero ¿y qué le iba a importar? Me pidió que me fuera y lo hice. Estuve muy bien refugiada en casa de Davina por unas horas, conversando sobre lo sucedido. Davina como buena mejor amiga me aconsejó y me dijo que esperara a la maravillosa idea que ella tiene para que las dos dejemos de sufrir. Davina tan buena.

- Entonces, ¿cómo huiste? -me pregunta una chica de gafas y que parece estar asustada.

- No hui simplemente supe dónde ocultarme por varias horas -menciono metiendome a la boca la cucharada de asquerosos garbanzos.

Así es, Scarlett cambió la buena comida a mierda.

- No te creo -dice un chico pelirrojo- Se supone que la directora McAdams lo tiene todo controlado.

Me río. Y él frunce el ceño.

- No lo creas -susurro y mejor decido a dejar mi platillo. La comida está asquerosa.

- ¿Y qué castigo te puso Scarlett? -me pregunta el pelirrojo, de nuevo.

- El mismo que a todos, seguir soportando este infierno -bufeo y me cruzo de brazos- Deseo tanto fumar -exclamo y en seguida se me ocurre una idea genial- ¿Quieren saber sobre algo? -bajo la voz acercándome a ellos dos- Sé de un atajo que nos lleva afuera de la clínica... quizás podrían acompañarme a fumar unos cigarros y luego volver.

Ellos asienten entusiasmados.

- ¿Cómo haremos eso? Nos están vigilando más que antes -pregunta el pelirrojo.

- ¿Cómo se fuma? -El chico se golpea la frente por la estúpida pregunta de su compañera.

- Descuiden, sé lo que les digo. Vayan de uno por uno al pasillo dónde se encuentra la bodega del aseo -les comienzo a decir cómo y a qué lugar se tienen que dirigir para el atajo- Necesito saber sus nombres, en caso de que no pueda encontrarlos.

- Lindsey -sonríe emocionada la chica de las gafas.

- Robbie -dice el pelirrojo- ¿Qué estamos esperando?

Parecía que mi vida consistía en meterme en problemas en cualquier lugar al que yo fuera. En la primaria, en las fiestas infantiles, en la secundaria, en los lugares que visitaba con el intento de amigas que cargaba y en la preparatoria, no asistí a un lugar si no me metí en problemas.

No tenía miedo, ni siquiera pensé en las consecuencias como siempre solía hacerlo. Ya no me importa nada, además, a Scarlett no le iba a importar que tomara su atajo, quizás lo estoy haciendo para que me lleven a su oficina y así conversar con ella... quizás no.

Scarlett no se ha presentado en la clínica en estos tres días. No sé si es para demostrarnos que está decepcionada o porque realmente se hartó de todo.
Yo haría que apareciera de vuelta.

- ¿Qué mierda?

Fue lo único que pude decir al ver que el atajo ya no era un atajo. Estaba todo cerrado y repleto de botes de basura. Los chicos me miraron extrañados.

- Les juro que había una salida por ahí -volteo a verlos, ellos me regalan una mirada de decepción.

- Creí que serías más interesante -mencionó Robbie- ya estás completamente loca.

Lindsey asiente.

- ¡Es que aquí había una salida! Se los juro... yo... yo venía con Scarlett aquí...

Ellos fruncen el ceño.

- ¿Acaso Scarlett es familiar tuyo? -pregunta Lindsey- ¿O es algo más que eso? ¿Por qué Scarlett tendría que venir aquí contigo?

- Ya lo dije Lindsey, está loca. ¿Qué te puedes esperar de otro paciente de la clínica? Estamos llenos de ilusiones y esperanzas rotas. Y alucinaciones de que existen atajos y salidas.

Me muerdo el interior de mi mejilla.

- Tienen razón. Sólo fue una alucinación...

Me.giré y comencé a caminar lejos de quienes creí que comenzarían a ser mis únicos compañeros. Pensativa, me dirigí a mi habitación dónde sin saber por qué, me puse a llorar.

Tomé mi diario y dibujé demasiados garabatos mientras las lágrimas caían en las hojas. Rompí algunas y tache la mayoría. Tiré mi diario y desee destruir mi habitación pero lo único que logré fue deshacer la cama.

De repente los sentimientos que sentí el día en el que Jay encontró mis cosas, volvieron a mí. Alborotando mis sentidos y haciendo que me lamentara seguir viva. Por primera vez, pensé en el suicidio y en que estaba adivinando cuál era la idea que Davina tenía en mente.

Pero ¿por qué estando bien me rompí así como si nada? No tengo sentimientos, esos me debilitan... ¿por qué estoy actuando como si realmente tuviera? ¿por qué me está afectando todo esto, por qué después de casi cuatro semanas en la clínica?

¿Acaso la clínica no me ayudaba en nada, mas que pensar en suicidarme?

Quería contarle a Scarlett como me sentía. Ella sería la única que sabría como arreglarme pero no está aquí y ni siquiera puede mirarme. Yo tampoco puedo.

Puedo sobrevivir unos cuántos días más. Sólo estoy pasando por una horrible crisis en la cuál me estoy sintiendo más sola que nunca. Como si de repente no tuviera a nadie conmigo, volviendome vulnerable. Volviéndome todo eso que yo no quería ser.

Justo como Scarlett.


xxxxxx
¡Lamento tardar en actualizar! Mi mente ha estado muy mal, no sé, soy un desastre jajaja
Les estoy escribiendo más capítulos y conforme voy escribiendo siento que esta llegando a su fin :(

Voten y comenten!!! Lamento si está siendo muy aburrido así que realmente gracias si sigues leyendo!!!



Scarlett ►Del Club del suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora