Capitulo 4

132 5 2
                                    

Era domingo al mediodía, me había pasado unas largas horas pensando en el profesor. Después de tomar un baño decidí hacerle una pequeña visita a su casa. Tomé libros al azar y salí.

Toqué al timbre una vez, deseando ver su reacción cuando me viera, y abrió enseguida.

Se me quedó mirando.

—Gina... ¿Qué haces aquí?—preguntó.

—Vine a estudiar, no quiero repetir el semestre...—mentí.

—Eso es muy bueno, supongo—se hizo a un lado para dejarme pasar.

—Tenía miedo de que no me dejaras pasar, ¿sabes?

—¿Por qué?

—Estás saliendo con alguien, creo que es obvio.

—Ah, tienes razón. No debí dejarte pasar—fingió arrepentirse.

—¿Ah si? Entonces me voy—me giré encaminandome a la puerta. Me jaló del brazo.

—Tú de aquí no sales.

—Aquí viene la parte en la que tenemos sexo desenfrenado, ¿no es así?—Me reí.

—Pues si eso es lo que quieres...

Acercó sus labios a los míos dándome a probar. Esta vez no quería detenerme, pero lo hice. Lo alejé de mí y él pareció desubicado. Mi respiración estaba agitada junto a la suya.

—¿Qué ocurre?—No respondí y puso sus manos a ambos lados de mi cara para acercarme a él.

—Lo siento—me safé de su agarre y me hice para atrás. —Creo que es mejor si solo estudiamos.

—Qué... Está bien—entró a una habitación y salió con su maletín. Para entonces yo ya me había acomodado en el sofá.

—¿Por qué eres profesor de inglés?—Pregunté.

—Si no era así debía tomar el negocio familiar y a mí no me interesa un restaurante....

—Vaya...

—Bien, responde este examen. Así sabré qué es lo que se te dificulta—me extendió la hoja y la tomé. Qué demonios dice ahí.

—¿Te la puedo regresar en blanco?—Me miró con desaprobación.

—¿Qué estuviste haciendo en todas mis clases?

—Maldecirte.

—Ahg, hoy te quedarás hasta tarde leyendo este libro—lo puso en la mesa, tenía alrededor de cien hojas— y a las siete contestarás el examen que yo te dé. Ese será la mitad de tu calificación.

—¿Quéeeee? ¡No puede ser tanto! Apenas y sé el verbo To be...

—Qué lástima—cínico.

Me estaba quedando dormida, pero debía seguir contestando. Había cosas que sí sabía y otras que eran como jeroglíficos en mi cabeza. Yo no había nacido para el inglés.

—¿Ya casi acabas?—Preguntó detrás de mí, se apoyó en mi espalda y sentí un cosquilleo extraño. Incómodo.

—Emm... No...

—Si terminaras rápido podría besarte más pronto—se me insinuó con un tono coqueto.

—Qué lástima—repetí las dos palabras que él había dicho antes. —No quiero—sí, si quiero, pero no te diré.

—Bien, no lo haré—su tono de voz ahora era serio.

Ya le había rechazado dos veces en ese rato. Ni yo me lo creía. Qué difícil de sentía ir en contra de mis deseos carnales. En ese silencio incómodo que se había creado, era aún más duro para mí contestar esa prueba.

La terminé dudosa y la leí una y otra vez antes de entregársela.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 22, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Maldito profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora