acua&capri

2.9K 80 6
                                    

Sagitario me iba a ayudar a reconciliarme con Capricornio, yo de verdad se lo agradecería con toda mi alma, es un buen amigo.

Seguía sin entender porque estaba enfadado conmigo la verdad.
No recuerdo una mierda.

Pero pensar que lo podría perder era como un puñetazo en el corazón. Doloroso en cuanto menos.
Así que quiero hacer algo para compensarle lo que le hice.

Le dijimos el plan a la madre de Capri, ellos aún no habían puesto el árbol de Navidad y se que a él le encanta esta época, estar juntos, el invierno...

Íbamos a ponerle un árbol en su cuarto y decorarlo como nunca.
Sé que para algunos será un poco extraño, pero... No se, yo sé que a él le encantan las sorpresas y que, a lo que preparativos se refiere, es un vago.

No creo que se lo esperé, lleva enfadado conmigo desde la fiesta, y ya ha pasado un mes y medio. No se porque, pero me da a mi que quiere que estemos otra vez Unidos.
No soporta la idea de separarse de alguien.

Sagi y yo compramos un árbol con un montón de decoraciones para poner. ¡Y luces! Las luces nunca deben faltar claro.

Nos dirigimos a su casa, muy felices. Yo por lo menos. Sé que Capri no está, estará entrenando. Como siempre a esta hora todos los días menos los miércoles. ¿Bien no?

Cuando llegamos llamé a la puerta muy ilusionada. Su madre nos atendió y nos acompaño a la habitación. Nos ofreció algo de comer y beber, pero no tenía hambre, no ahora.

Tengo mucha confianza con esta familia, conozco a su hijo desde los 3 años. Esos tiempos de los que no me acuerdo, pero las personas no se van. Y menos él.

Nos teniamos que dar prisa porque Capri llegaría en menos de una hora. Y no quería que nos viera aquí, en su cuarto, montando un árbol, tumbada en su cama. Quedaría horrible y aún me odiaría más.

Cuando por fin el árbol estaba montado, empezamos a colocar todas las decoraciones.
Yo por abajo y Sagi por arriba. Ese árbol era demasiado grande para mi, igual que Sagitario. Creo que soy yo, que soy muy pequeñita.

—Sagi—Le dije para preguntarle sobre mi estatura, ¿de verdad soy tan bajita que ni siquiera puedo llegar a la cima de un árbol que uno noventa de altura?

—¿Si?

—¿Crees que soy muy pequeña? No de edad, de altura. Creo que no llegar a ponerle la estrella a esto es un problema — Señalé el árbol y pude ver como una pequeña risita se le escapaba entre la comisura de sus labios.

—Eres una enana —Dijo con un tono de burla y me coloqué frente a él, un poco... ¿enfadada quizás?

—Repite eso —. Creo que ese tono desafiante lo decía todo, no me gusta que me llamen enana. Aun que yo pregunte.

—Bien —Comentó y se agacho un poco para mirarme a los ojos, apollo las manos en sus rodillas. Odio cuando la gente se pone así para hablar conmigo, lo hacen mucho y no me gusta nada. Podía sentir como se reía por dentro como un loco— Eres una enana.

Mi cuerpo estalló y quise pegarle, pero me las ingiene para que no fuera así, conteniendo mis ganas.

—Eso es mentira, es que tú y los demás sois muy altos.

—Querida,mido 1'80. No es tanto como tú crees. Otra cosa es que me digas que crees que tú metro cincuenta está bien aun que en realidad no lo está— volvió a colocarse en su posición inicial, mirando el árbol fijamente desde su estatura de pino. Fue entonces cuando tuve vía libre para pegarle un puñetazo en el brazo. Y así fue.

—¡Auch! —Dijo sobando su brazo delicadamente —No entiendo porque tal enfado, ¡tu me has preguntado!

—Lo se, pero podrías negarme lo evidente —Dije haciendo un intento de sonrisa tierna que al parecer salió muy bien, porque él sonrió al instante.

Terminamos de poner el árbol y ya que estábamos, le ordenamos un poco la habitación. No es que estuviera muy ordenada.
Colocamos algunas luces alrededor y también unas plantas colgadas en la parte de arriba de su ventana.

Ya se nos hacía tarde y rápidamente cogí un bolígrafo y escribí en una pequeña cartulina una dedicatoria muy simple.

Capri's POV

Llegué a mi casa totalmente destrozado del entrenamiento de hoy. Queria subir a mi cuarto y descansar, tumbarme y dormir. Simple

Mi madre me saludo, dejé la bolsa en la encimera de la cocina para un poco más tarde sacarla y lavarla.

Cuando subía las escaleras mi madre grito desde el salón una frase que no comprendí.

—Cuidado con lo que tienes en tu cuarto.

Al principio me pareció una tontería, pero la frase sonaba un poco misteriosa y me dió miedo.
¿Qué había en mi cuarto?

Abrí la puerta poco a poco y terminé dando un portazo.

Me quedé con la boca abierta cuando vi un árbol de Navidad enorme frente a mi.

Tenía luces, muchas luces. Y aún olía a chica. Por un momento me sentí mareado. No era el olor de mi madre. Era el de ella. La chica a la que llevo ignorando casi dos meses y que ya quiero abrazar.

No me hacía falta ningún dato para saber claramente que fue ella. Había un nota en mi mesa de noche.
Justo antes de abrirla mira alrededor, lo había recojiendo todo perfectamente.

Bueno, creo que es evidente
Quien soy, quien te hizo esto.
Yo sé que amas la navidad, y
Aquí tienes mi regalo de este
Año.
Perdóname por favor, no puedo
Estar más sin ti. Te necesito.
Por favor.

PD: Sagi me ayudó, amale.

Con todo el amor del universo
Acua.

Gracias Acua, lo amé❤

Instagram Zodiacal -editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora