Instagram Zodiacal -editando-

Cáncer&Escorpio

Can se estaba dando una ducha, como siempre hacia se ponía a cantar al ritmo de la música que salía del altavoz.

No quería nada más que eso, relajarse un rato.
Estaba agotada de la noche anterior. Hoy no lo apetecía ir al Festival, se quedaría un rato en su habitación del hotel.
Esa habitación la compartía con Gem y con Leo. Ellas no estaban en ese momento. Gem estaba con su novio en su habitación y leo... Pues leo estaba con acuario en el Coachella.
Así que tenía toda la habitación para ella sola durante toda la tarde, perfecto.
Si ella siempre le había gustado estar sola, aunque si que disfrutaba si era de una buena compañía como la de sus compañeras de habitación.

Repiró profundamente bajo el agua tibia, se sentía genial. Era relajante. Después de todo lo de ayer, lo poco que había dormido y lo cansada que se sentía... Le dolía un hombro bastante. Recordó el momento con diversión cuándo pasó su mano con el jabon por esa zona.
Ella había insistido en coger a leo a hombros. Leo decía que no, pero terminó haciéndolo. Con la mala suerte de que Tauro iba como iba y nos tiro al segundo.
La caída fue dolorosa pero las risas de después lo arreglaron, menos el dolor de su hombro.

Escuchó un ruido que provenía de fuera del baño.
Apagó la ducha al instante ya que el ruido fue fuerte, además ya había terminado.

—¿Gem? ¿Qué ha pasado? —Se imaginó que era ella porque sabía que Leo no volvería hasta tarde.
Secó su cuerpo con rapidez y se puso una toalla en el pelo.

Se puso también la ropa interior y una camiseta que era de su hermano mayor que se llevó porqur sabía que pasaría rato en el cuarto y que haría calor.
Cuando salió no vio a nadie en la habitación. Creyó que era muy raro, el sonido fue muy realista.
El dormitorio era bastante grande, dio una vuelta sobre si misma buscando a Gem.
Se asustó al ver una silueta masculina sentada en el sofá frente a la televisión​.
Dió dos pasos atrás y la sombra se giró, no llego a reconocer la cara porque ella ya estaba tirada en el suelo por culpa de uno de los zapatos que ella misma habia dejado por ahí.
La habitación entera empezó a dar vueltas, cerró los ojos involuntariamente y se tocó la frente.
La cabeza le empezó a doler al momento.

La sombra se levantó rápidamente a socorrer a la chica.
En tres zancadas se colocó a su altura.

—¡Cáncer! ¿Estás bien? —Reconoció esa voz enseguida.
Escorpio.
¿Escorpio?
¿Aqui?
¡No!
No se levantó, estaba dolorida por todas partes. Se tapó la cara con ambas manos y gimió de dolor.

—Intenta levantarte, yo te ayudo. —Sintió la mano de Escorpio en su espalda, intentaba que se sentara.
Cuando lo hizo vio todo borroso y algunas estrellitas.
Poco a poco la vista se le fue aclarando.

—¿Qué demonios? —Cojió el zapato que ahora estaba en su trasero, lo miró un segundo y después lo tiró frustrada a la otra punta de la habitación.
Escorpio siguió con la vista el zapato pero enseguida se centró en Cáncer.

—¿Estés bien?

—¿Qué?

—Qué si estás bien.

—No... No lo sé —Se toco nuevamente la cabeza, no estaba caliente pero parecía que le estaban dando martillazos constantemente.

—Anda, levántate—Le cojió la mano con fuerza. La levantó poco a poco y la llevó al sofá, la tumbó delicadamente esperando a que no se mareara. Había visto como la chica se caía y como su cabeza golpeó el suelo. No era una caída graciosa, tenía que doler. —Así, perfecto.

Se levantó y caminó hacia el baño, mojó una de las pequeñas toallas que había con agua fría. Sus pasos eran tranquilos aunque él sabía que no era lo mejor, hacerla esperar.
Cuando llegó a su lado solo se agachó y le mojó la cabeza con el trapo.

—¿Escorpio?

—¿Si?

—¿Qué haces aquí?

—Gem me ha dado la tarjeta—La chica bufó y se apretó con fuerza la toalla en su cabeza. Cerró los ojos. Quiso odiar a Géminis por darle la tarjeta para que pudiera entrar, pero obviamente no pudo —Necesitaba hablar contigo.

—Bien— Fue lo único que salió de su boca, no podía seguir evitándolo.

—Primero que nada, solo escúchame —Asintió levemente— Ese día... El de la fiesta, yo estaba completamente borracho, a penas logro recordar el camino de vuelta a casa.

—Te quedaste dormido en esa casa.

—No. Desperté en mi cuarto.

—Acua dijo...

—Acua miente —Le cortó, él quería terminar su pequeño discurso que, realmente, llevaba días preparándolo— Can, no recuerdo porque lo hice... Mi cabeza estaba en otra cosa pero...

—¿Pero qué?—Dijo al notar la pausa de Escorpio.

—Me enamoré... Me enamoré de ti con catorce años. Es imposible que hiciera lo que hice conscientemente, es la verdad.

—Parecias satisfecho.

—Solo en ese momento... No. No lo estaba—Se rectificó asi mismo para no continuar lo que ya había empezado mal.

—Tienes dieciocho—Dijo sin creerse del todo su pequeño argumento.

—Si, lo sé. En cuatro años no tuve los santos cojones de decirte la verdad. Y ahora me arrepiento —Escorpio se apoyó en el sofá aún en el suelo. Cáncer, por su parte, ya no sentía tanto dolor. Logró incorporarse y bajó su cuerpo hasta donde estaba Escorpio. Le miró durante un rato. Él parecido muy arrepentido, miraba el suelo con unos ojos perdidos. Al poco tiempo cáncer despertó de la misma perdición de esos ojos —No me mires así...

Los dos soltaron una pequeña carcajada.

—¿Me perdonas? —Dijo cáncer.

—¿Yo a ti? Perdóname tu a mi.

—Estas perdonado.

Se unieron en un abrazo tierno y sincero. No querían ningún beso, eso habría sido muy raro y aún no estaban convencidos de poder hacerlo.
Pero al final, todo resultó ser una divertida anécdota y se quieren.
Mucho.
Pero no quieren reconocerlo.

Algo especial.
Espero que os guste mucho.❤